Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






domingo, 14 de septiembre de 2008

ENTRADA A LA CIUDAD DE MÉXICO


Por la llamada Garita de la Viga (al oriente de la ciudad), el 13 de septiembre de 1847 por la noche y luego de haber caído el Castillo Chapultepec, los estadounidenses entraron a la Ciudad de México. Encontraron ahí fuerte resistencia hecha por unos 100 hombres comandados por José Pérez un ciudadano que había peleado en la Guerra de Independencia. Durante una hora los estadounidenses tuvieron muchos problemas pues los hombres de Pérez les causaron muchas bajas, además un grupo de 10 jinetes mexicanos armados con lanzas destrozaron la caballería del Octavo Batallon de caballería de Tennessee.

La artillería ligera estadounidense logró vencer a los hombres de Pérez, causándoles varias bajas y logrando perforar las barricadas desde donde disparaban. Así una división entera del ejército estadounidense entró a la Ciudad.

Pero el Batallón "Galeana" (de unos 25 hombres) los emboscó en el lugar que hoy se llama Barranca del Muerto, ocasionando la caída de muchos invasores a aquella barranca (esta es la causa por la que se llama Barranca del Muerto a ese lugar). Los 25 hombres del batallón "Galeana" fueron muertos y los estadounidenses siguieron su avance. La batalla duró hasta el día siguiente (14 de septiembre) y los estadounidenses que ya habían sufrido grandes bajas avanzaron hasta el centro de la ciudad.

Ahí en la Plaza Mayor, el restante de fuerzas mexicanas les dieron una gran resistencia, pues fue necesaria la intervención de la artillería pesada estadounidense para logar el paso, hasta hacer que los mexicanos salieran de sus trincheras y entraran a Palacio Nacional en donde siguieron defendiéndose. Fue hasta la tarde, en que se acabó el parque a los mexicanos, cuando en una acción muy arriesgada, el General Gabriel Valencia intentó romper el sitio que habían puesto al Palacio, mediante un ataque de bayonetas. Unos 50 mexicanos salieron corriendo, con sus rifles y espadas en mano, para atacar a los estadounidenses que sorprendidos huyeron. No obstante, la caballería norteamericana logró que los mexicanos cayeran muertos disparándoles. El Gral. Valencia murió ahí mismo por un disparo en la cabeza.

Este ataque mexicano resultó infructuoso.

Aún así la defensa siguió, lanzando los militares desde las ventanas y balcones lo que podían; hasta lanzaron cuerpos para detener al invasor.

Por otra parte la población civil que no había querido abandonar la ciudad lanzaba desde los edificios y casas, macetas, piedras, ladrillos y agua, y lo que fuera causando daños en el invasor. Se logró así herir en la cabeza al general Scott, que huyó de ese lugar, quedándole una cicatriz en el cráneo.

Se ha llegado a comentar que al regresar a su país, el viejo Scott dijo: Me arrepiento de haber invadido el gran país de México, pues nos combatieron hasta la muerte. No debimos meternos con esa gran raza milenaria. Al ser herido por una niña, me sentí como Hernán Cortes al ser derrotado por el rey azteca Cuauhtémoc.


El 14 de septiembre de 1847, en la noche, el presidente Valentín Gómez Farías se rindió, pues ya no le quedaban hombres disponibles.

El militar norteamericano que primeramente intentó izar su bandera en el Palacio Nacional, recibió , quién sabe de dónde, un balazo en la cabeza que lo mató. No obstante, la bandera de las barras y las estrellas ondeó a partir del 15 de septiembre y hasta el 2 de ferero de 1848, recordando al pueblo mexicano su derrota; lo que fue una gran ironía ya que el día siguiente era el aniversario de su Independencia Nacional.

Pese a la rendición del gobierno, la gente continuó luchando hasta finales de Septiembre, logrando que unos 15,000 estadounidenses fueran heridos y 850 asesinados.
Tomado de Wikipedia

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