jueves, 26 de junio de 2008
ORYZA GLABERRIMA*
El día siguiente, las tropas dentro del fuerte se rindieron.
Esta noticia se esparció rápidamente en Charleston y en las tierras aledañas.
Los hacendados confiaban plenamente en sus tropas, para ello habían cooperado no sólo con dinero y armas, sino también con hombres: ellos mismos, sus hijos, sus esclavos. Y es que no era cuestión de amilanarse ante la batalla, ante la guerra. Había que defender los derechos que tenían ganados por ya más de 100 años: sus familias, sus posesiones, sus riquezas, sus esclavos. Todo estaba en juego.
Robert Woodrow, rico hacendado de la región tenía mucho que perder. Sus plantaciones de arroz y las incipientes de algodón le habían costado no sólo dinero y trabajo, sino también desvelos, imposiciones, arreglos políticos y sociales. En fin, si se perdía esta guerra, él se arruinaba. Y con él se arruinaban no sólo su madre y tres de sus hermanas que de él directamente dependían, sino también su esposa Helen Irwing y sus ocho hijos, y uno de los hermanos de ella, Jason Irwing, que estaba a cargo de una de las nuevas haciendas de algodón; y también se irían al traste sus inversiones en la bolsa y en algunos comercios de la capital.
Mr. Robert Woodrow pensaba también en sus esclavos. Tenía más de cien entre sirvientes, amas de llaves, caballerangos, labriegos, mozos, caporales, vaqueros, nanas y nodrizas. A todos conocía, si no por sus nombres, sí por el trabajo que desempeñaban. Eran sus esclavos. Él los había comprado al negrero aquél que venía cada seis u ocho meses a ofrecérselos antes que a cualquiera porque los pagaba bien. Era exigente en la compra, revisaba bien lo que adquiría. Y también pagaba bien sin tanto regateo con monedas fuertes de oro.
También Mr. Robert Woodrow daba buen trato a sus esclavos. Los alimentaba y vestía bien, dábales limpias y decorosas viviendas. No permitía que los capataces o cualquiera de la familia les maltrataran aunque sí exigía el cumplimiento cabal de las obligaciones de cada uno de ellos. Esto hizo que los negros que a su servicio estaban tuvieran a Mr. Woodrow un especial aprecio y consideración, y a su esposa, buena cristiana, y a sus hijos, tres varones y cinco mujercitas, todos ellos hermosos y de buen corazón como sus padres.
Entre los esclavos negros que trabajaban en las grandes plantaciones arroceras de los Woodrow sobresalía uno: Mabumba Beguele al que el mayor de los varones de la familia, Jason, que estudiaba botánica, había puesto el sobrenombre de Oryza Glaberrima, nombre en latín que al arroz africano se da, porque este negro conocía bien, muy bien, el proceso del plantado y cosecha del arroz. Gracias a él y a sus cuidados se lograban las mejores cosechas no sólo de la región, sino también de todo el País. De hecho, el precio en la Bolsa lo fijaba el grano que Woodrow ponía a la venta. Era verdaderamente bueno su grano. Alargado y blanco, su tamaño no desmerecía en nada contra el arroz asiático que también se ofertaba en la Bolsa. Esto hacía que las ganancias de Woodrow aumentaran año con año.
Oryza, como todos le llamaban, sabía bien su oficio. Y Mr. Woodrow se lo agradecía. Y por ello lo consideraba. Y de hecho, ya le había ofrecido otro trabajo dentro de la misma hacienda, pero Oryza se había negado a aceptarlo porque él amaba sembrar arroz. Así se lo había hecho saber a su amo ya que así se quería quedar: sembrando arroz. Porque recordaba la vida en su lejana tierra, sembrando arroz, obteniendo buenas cosechas cuando el tiempo lo permitía, alegrándose de ver comer satisfactoriamente a los de su aldea. Claro, ahora se alegraba de saber que la cosecha se había vendido bien y eso le daba un gran orgullo, que no mencionaba, pero que se podía ver en su amplia sonrisa y en el brillo de sus ojos cuando su amo le anunciaba que ésta estaba toda vendida y a mejor precio que el año pasado. Oryza se iba entonces caminando a su casucha con pasos firmes y fuertes, marcando el paso de otra manera, balanceando los brazos como si en ese balanceo quisiera abarcar toda la plantación. Y a veces, muy a veces, cuando pensaba que su amo no lo veía ni lo oía, lanzaba una sonora carcajada y aventaba su sombrero al aire al tiempo que saltaba de puro gusto.
Ése era Oryza.
Los Estados Unidos, tras el inicio de la guerra, bloquearon el acceso al mar de Carolina del Sur, a través del bloqueo naval de los principales puertos del Estado. Esto arruinó la economía de Carolina del Sur. Tropas de la Unión comandadas por William T. Sherman invadieron Carolina del Sur en 1865, y quemaron un gran número de plantaciones a lo largo de todo el Estado. Al final de la guerra, cerca de 65 mil hombres de Carolina del Sur habían luchado al lado de la Confederación. De éstos, cerca de 18 mil murieron.
En uno de los amplios galerones del Fort Sumter un negro de amplia musculatura, bien plantado, pero vestido pobremente, recorría los pasillos intentando reconocer entre los cadáveres a alguno. Sí ya vió a John, el talabartero y a su hijo Josua. También reconoció a Mr. Lang el de la tienda y a uno de sus empleados al que le decían Petit, porque nunca supieron como se llamaba. Seguía recorriendo penosamente. El dolor le agobiaba ¡a cuántos conocía! ¡cuántos estaban ahora muertos! Pero el hedor le provocaba náuseas y le recordaba su viaje a estas tierras americanas hace ya mucho tiempo. No, no encontraba el cuerpo. Quizás no estuviera muerto, pero ya había buscado en los hospitales y ya había recorrido las listas de los hechos prisioneros ¡y nada! El recorrido entre los cadáveres era lo último que le quedaba. Y no. No encontró nada después de una segunda vuelta.
¿Dónde podía estar?
Regresó a la casa. A la casa grande. Ahí, le esperaba Helen Irwing ansiosa. Avejentada, marchita por tantas penas, había perdido a sus tres hijos varones en esta guerra, y a sus hijas tenía mucho tiempo de no verlas porque fue mejor enviarlas a México, que aunque también estaba en guerra, en algunas ciudades todavía se podía vivir decorosamente y esto había sido lo mejor para ellas. Mr. Robert Woodrow había decidido unirse a las tropas Confederadas hasta lo último. Y a la fecha no se sabía nada de él. Helen se angustiaba y mandaba diariamente a Oryza, ese negro fiel, que se había quedado con ella y algunos otros más por lealtad. Ahora Helen tenía mucho que agradecer a este negro que, sabiendo sembrar, había logrado sacar adelante una hacienda a la partida de Mr. Woodrow. Oryza realmente había evitado que esta buena mujer y otros pocos más no se murieran de hambre. Sembraba y vendía bien la siembra, principalmente el poco arroz que lograba obtener en esos días de penuria.
Le dijo a Helen lo que había hecho y lo que pensaba hacer el fin de semana: irse al condado vecino a preguntar. Incluso pidió a la señora alguna tarjeta de visita** de Mr Woodrow para mostrarla por ahí, a ver si alguien le reconocía. Hablaba, y hablaba y decía a su ama que los días pasarían rápido e intentaba de esa manera consolarla al tiempo que veía a la lejanía, pidiendo a Dios que el amo apareciera.
La luna llena iluminaba los caminos que conducían a aquella casa, ahora llenos de maleza apenas apartada por manos inexpertas. Se veían muy a los lejos algunos caminantes, que aprovechaban la luz nocturna para alejarse de ese horror. Y por ese camino vio Oryza acercarse a alguien que caminaba penosamente con rumbo a la casa. Intentó reconocerlo: sí era Robert Woodrow, que apenas sí podía andar. Caía y se volvía a levantar.
El negro avisó a su ama. ¿No se estaba equivocando? Ella salió a ver. ¡No! ¡no era una equivocación! Ahí venía Robert caminando lentamente, muy lentamente. Pero volvió a caer…
Oryza fue entonces corriendo rápidamente con pasos firmes y fuertes, marcando el paso de otra manera, balanceando los brazos como si en ese balanceo quisiera abarcar todo el camino. Y ahora, queriendo que su amo lo viera y lo oyera, lanzó una sonora carcajada y aventó su sombrero al aire al tiempo que saltaba de puro gusto.
Ése era Oryza.
* Nombre científico del Arroz tipo africano
** Se llama Tarjeta de Visita a las fotografías que en la época se tomaban y que de hecho se montaban en una base de cartón a modo de marco, y que hacían que parecieran tarjetas
miércoles, 25 de junio de 2008
¡GRANDIOSO! ¡ESO ES ADAPTARSE!
24-06-2008
Esas aves pueden "entonar hasta 78 estrofas diferentes, y muchos de los timbres más simples de los teléfonos coinciden con ellas", dijo a Tierramérica el ornitólogo Matthias Werner, de la agencia estatal de protección de aves.
"El carbonero común (Parus major) puede entonar 32 cantos diferentes", ejemplificó.
Según el estudioso, aves como la grajilla (Corvus monedula), el estornino pinto (Sturnus vulgaris) y el arrendajo (Garrulus glandarius), muy comunes en Alemania y otros países de Europa central, tomaron contacto con sonidos creados electrónicamente por la expansión de la vida urbana, las oportunidades de alimento que ofrecen las ciudades y la expansión de la telefonía móvil.
Otro factor que atrae aves a las ciudades es la ampliación de áreas verdes protegidas en los perímetros urbanos.
"Está en la naturaleza de estas aves imitar sonidos de su ambiente que corresponden a sus propias posibilidades musicales", explicó a Tierramérica Richard Schneider, del Centro de Protección de Aves Nabu, de la ciudad de Mössingen, unos 600 kilómetros al sur de Berlín.
"Pueden imitar tan bien estos sonidos que en ocasiones es muy difícil reconocer diferencias", dijo. "Así es la evolución: no hay un esquema predeterminado y las influencias del ambiente, incluso si son artificiales, resultan considerables", añadió. El estornino pinto simula chillidos de frenos, silbidos humanos e incluso sirenas de ambulancias. Los expertos afirman que estos fenómenos no implican la pérdida del canto original de estas especies.
"El canto es útil para los pájaros machos no sólo en la búsqueda de una hembra o para marcar su territorio, sino también como maniobra de engaño frente a peligros potenciales. Por eso, imitar sonidos del ambiente es parte de la vida cotidiana de las aves", explicó Schneider.
Tal adaptación no sorprende a biólogos y otros estudiosos de la ecología. "Ninguna especie puede sobrevivir si no es capaz de adaptarse", dijo a Tierramérica el biólogo Matthias Glaubrecht, profesor de la Universidad Humboldt de Berlín.
Es posible que las especies puedan adaptarse a cambios muy rápidos. "Pero en muchos casos es evidente que la acción humana es el acelerador de la evolución", añadió.
Ante el riesgo de que las aves olviden su canto original por influencia humana, los archivos sonoros guardados en universidades europeas y norteamericanas les permitirían recuperarlo, dando un paso atrás en el constante proceso de adaptación que es la evolución.
Sólo el Museo de Historia Natural dispone de más de 110.000 grabaciones de sonidos de aves, mamíferos, peces e incluso insectos. Esos registros incluyen los cantos de 1.800 especies de aves.
Esos archivos forman parte de la red europea de acústica biológica para la taxonomía y la conservación, creada en 2006 para administrar las grabaciones de sonidos animales como herramienta de investigación y de apoyo a la conservación.
Ante el peligro de extinción que entraña el cambio climático para las especies, la colección de sonidos animales es considerada una herramienta crucial de protección ambiental, por lo específicas que son las señales bioacústicas de cada especie y porque tales comportamientos se pierden sin remedio cuando una especie se extingue.
[Este artículo fue publicado originalmente el 21 de junio por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.(FIN/2008)]
martes, 24 de junio de 2008
MARTES
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Es el Martes, el tercer día de la semana en el calendario gregoriano.
Este día de la semana fue dedicado por los romanos al dios Marte de quien toma su nombre. Considerado por lo romanos este dios el tutelar de los ejércitos guerreros, de los soldados y de los gladiadores, su fuerza viril y carácter violento lo lleva al ansia loca de herir y matar.
Se llama con este nombre a este día en español, catalán, francés, italiano, rumano, latín y gaélico escocés. En inglés, alemán, sueco y finés se refiere al "día de Tyr", que es el dios de la guerra y la batalla en la mitología nórdica, así es que, tiene el mismo significado belicoso.
A VER CUÁNDO....
"Dictadura ecologista" para algunos, medida audaz a favor del medio ambiente para otros: la obligación para los habitantes de Marburgo, en el oeste de Alemania, de instalar paneles solares so pena de multa, es motivo de controversia en el país.
22 Jun 2008 AFP
La municipalidad formada por social-demócratas y Verdes de esta ciudad medieval universitaria de unos 80.000 habitantes, decidió que cualquier casa nueva que se construya deberá ser equipada de un metro cuadrado de paneles solares por 20 m2 de superficie edificada, para la calefacción y el agua caliente. Esta obligación se aplicará también para los edificios antiguos que cambien de sistema de calefacción o de tejado. La financiación estará a cargo de los proprietarios.
La medida, bajo el nombre de 'carta solar', debía ser oficialmente aprobada el viernes. "Se trata de una dictadura ecologista, pero nadie se atreverá a decir nada", protestó el político Hermann Uchtmann. "No es a la fuerza como se logran las cosas" afirmó por su parte la asociación de proprietarios Haus und Grund.
El alcalde ecologista Franz Kahle aseguró que 5.000 euros bastan para financiar una instalación de paneles solares, que se vuelve rentable en quince años como máximo. También subrayó el ahorro realizado cuando el costo del gasóleo doméstico está por las nubes y bajó la multa prevista de 15.000 a 1.000 euros.
Según Klaus Vajen, profesor en la universidad de Kassel, especialista en energía solar, esta medida es "perfectamente sensata". "No basta incentivar. A veces hay que obligar a los consumidores por su propio bien", afirmó.
"Los poderes públicos deben mostrar el ejemplo. Espero que muchas ciudades tomen la misma medida", indicó así mismo Claudia Kemfert, especialista de cuestiones de energía en el instituto de investigación DIW
sábado, 21 de junio de 2008
SOBRE LA CIUDAD DE MEXICO Y OTRAS COSAS
D. Antonio de Mendoza murió en Lima (Perú) el 21 de Junio de 1552.
EXTRAÑOS SUCESOS
*1) La luna llena saliendo sobre Manchester, Maryland.
Crédito de la imagen: Edmund E. Kasaitis.
martes, 17 de junio de 2008
III ENCUENTRO EDUBLOGS 2008
"Escribir un párrafo, con cierto sentido, que continue la historia que te ha llegado. La condición es que en ese párrafo queden enlazados los blogs de los compañeros a los que lanzas el meme.- Etiquetarlo con la etiqueta “edublogs2008″- Publicarlo en el blog y mandar la historia a la dirección de correo: yalocin1.edublogs2008@blogger.com "
Siempre es bueno encontrar cosas como ésta en el cyber-espacio
ETA CARINAE
¿Cómo creó la estrella Eta Carinae esta inusual nebulosa?
Nadie lo sabe a ciencia cierta.
Hace unos 165 años, la meridional estrella Eta Carinae se convirtió misteriosamente en la segunda estrella más brillante de los cielos nocturnos.
En 20 años, tras expulsar más masa que nuestro Sol, Eta Car se desvaneció inesperadamente.
Esta explosión parece haber creado la Nebulosa Homúnculo, retratada arriba en una composición de imagenes del Telescopio Espacial Hubble tomada la última decada.
Se puede ver en la imagen superior, en el centro, la luz reflejada tintada de púrpura de la violenta Eta Car.
Alrededor de esta estrella existen lóbulos de gas en expansión enlazados con filamentos de polvo oscuro.
Los chorros diseccionan los lóbulos emanando de la estrella central.
Alrededor de estos lóbulos hay desechos rojizos capturados únicamente por su resplandor en la banda estrecha de luz roja.
Los desechos son los que se expanden a mayor velocidad, que incluyen ondas en expansión causadas por las colisiones previas del material existente.
Eta Car todavía experimenta inesperadas explosiones, y su alta masa y volatilidad la hacen candidata para explotar algún día en una espectacular supernova, en los próximos millones de años.
Créditos: N. Smith, J. A. Morse (U. Colorado) et al.,
CALENDARIO
No importa qué imágenes nos pueda mostrar. Siempre es grato mirar en qué día se vive asociado a una imagen bella, que podemos llevar en nuestra mente por todo ese día, y hasta quizás por más días.
Checa esto. Espero que te guste:
Calendario : Observatorio - Imagen astronómica del día:
Tomado de: NASA / GSFC & Michigan Tech. U.
Footer image by: Mathias Pedersen
Observatorio: Espacio Arte
lunes, 16 de junio de 2008
LUNES
Día tras día se suceden los siete de la semana sin que jamás hayamos reparado en sus nombres, tan disttraídamente pronunciados y constantemente repetidos.
Aun cuando no hay relación alguna entre el periodo de la semana y los movimientos de los astros, desde muy antiguo se hallan cinco días de la semana dedicados a los planetas y a las divinidades mitológicas del mismo nombre de éstos
El lunes es el segundo día de la semana en el calendario gregoriano, primero en la semana laboral y en ambos calendarios precede al martes.
El nombre "lunes" proviene del latín Dies Lunae, o "día de la Luna", dedicado a nuestro satélite, al que los romanos denominaron Diana y consideraron como consorte de Febo, el astro del día. Diana aborda una carroza de plata y va en ella sobre las nubes en el silencio de la noche, bañando la tierra en suave y argentina luz.
Además del español, en los siguientes idiomas tiene el mismo significado "día de la luna":
Inglés, Alemán, Sueco, Danés, finés, Francés, Catalán, Gaélico escocés, Gallego, Italiano, Latín, Rumano, Asturiano, Quechua, Japonés, Véneto, Esperanto, Coreano.
viernes, 13 de junio de 2008
LOS PERIÓDICOS
jueves, 12 de junio de 2008
ANIVERSARIO
Voy por el pastel y una velita para el festejo
HAPPY BIRTHDAY TO YOU!
Mientras tanto, lee un poco, seguro te entretienes:
www.deliriosdeorizschna.blogspot.com
www.tugitana.blogspot.com
www.lunamujer.blogspot.com
www.anetauchita.blogspot.com
si quieres, te puedes tomar un café.
¡No tardo!
Un aniversario siempre es motivo de alegría. Pero también es motivo de recuerdos, porque se hace el recuento de lo hecho y no hecho en ese año. De lo logrado, de los intentos frustrados e incluso de lo que se inició, no se acabó. Un aniversario, en este caso, son 52 semanas, 52 jueves de escribir, buscar, encontrar, dejar de hacer, descubrir y descubrirse. Y también de esperar (aunque algunos digan que no) que los demás te lean, te dejen algún comentario, se asombren de lo que eres capaz y de que en fin, te reconozcan en una faceta que actualmente muchos no explotan: expresarse por escrito (y ahora también en el internet, por imágenes y colores y sonidos).
Hace 52 semanas estuvo ahí la ocurrencia. Y estuvo también la aceptación del reto.
Hace 52 semanas empezamos cuatro. Hoy somos diez, hasta donde sé. Hemos sido más, Ha habido menos. Unos nos han abandonado sin decir adiós. Otros se han ido temporalmente, pero vuelven no sé por qué. Otros han dicho que se integran y no lo hacen o no persisten.
Un año es mucho tiempo. Y más cuando se tienen mil cosas qué hacer.
Un año es concurrir, cada semana, más tarde o más temprano, a esa cita que se tiene con los demás y con uno mismo porque no hay premio ni recompensa de por medio. Tampoco hay sanción. Sólo hay compromiso personal. Sólo eso.
Pienso que en eso está el mérito.
Personalmente para mi ha sido un año donde he aprendido mucho, muchísimo: he aprendido a medio manejar esta cosa que se llama computadora, y esta cosa que se llama blog y mucho de lo que ello implica. He aprendido a ser perseverante, a ser paciente, a recordar. He aprendido también a utilizar un mejor lenguaje, a revisar la sintaxis, a expresarme de otra manera. Pero también he aprendido a ser tolerante con otras formas de expresión. Y he entendido que este es un medio libre verdaderamente. En un año me he asombrado, me he alegrado y entristecido frente al monitor. Y también en un año se me han quedado muchas cosas en el tintero (si es que la expresión es válida). Algo que sí no pude abandonar, y me alegro después de una amarga experiencia, es a escribir primero a mano, y luego transcribirlo en el blog.
Pues Felicidades nuevamente a todos. Y Felicidades a mi misma.
P.D. para Alonso e Itaka: El pastel no es de chocolate. Lo siento. No encontré con una velita. Pero disfrútenlo y compártanlo con todos.
miércoles, 11 de junio de 2008
REFLEXIONES DE CARLOMAGNO*
A pesar de ser uno de los grandes gobernantes europeos y de ser muy capaz en el uso de armas y la diplomacia, su padre Pipino no se había interesado en su educación, sino sólo por su entrenamiento militar y conocimiento político. Por ello, Carlomagno no sabía leer ni escribir y tampoco sabía aritmética, por lo que desde niño fue apodado "el Palurdo". Consciente de que la ignorancia que campeaba en su corte era un obstáculo importante para la administración de sus dominios, fundó en su corte la primera escuela del Reino franco, buscando con ello encender una pequeña luz de saber sobre la oscuridad que se cernía sobre la Europa de esos dias. Para ello importó profesores desde Inglaterra, especialmente al fundador de la Universidad de York. A su muerte este intento quedaría extinto.
lunes, 9 de junio de 2008
LA COTORRA
1. Era un padre Don Gil tan mentecato
y en educar a sus hijos fue tan nulo,
que la negra impiedad, el desacato
hallaban a sus ojos disimulo;
siendo siempre su frase acostumbrada:
“¡Pse! cosas de la edad: ¡Eso no es nada!”
2. Tantas veces soltó la frasecilla
que la aprendió a decir una cotorra;
aplicando tan bien la taravilla,
que, apenas siente la infernal camorra
que suscitan los chicos, la taimada
entona con afán: ¡Eso no es nada!
3. Mas los niños se hicieron zagalones,
y a su padre devoran pesares,
y cuando el infeliz sus aflicciones
sin consuelo lamenta por millares,
execrando a su prole malhadada,
la cotorra repite: ¡Eso no es nada!
4. Ya de un hijo se encarga la justicia
por yo no sé qué fraude o qué violencia:
ya del otro recibe la noticia
de que herido salió de una pendencia;
y, al maldecir su suerte desastrada,
cántale la cotorra: ¡Eso no es nada!
5. Pero, al cabo, ya es fuerza que se enoje,
y en sus hijos la cólera desfoga.
Mas uno, el más audaz, al padre coge
y, entre sus manos, con furor lo ahoga,
y al despedir el ánima angustiada,
la cotorra le dijo: ¡Eso no es nada!
6. ¡Ay padres! ¡madres! Que en piedad y en orden
no educáis vuestros hijos: ¡indolentes!
Cuando, al fin, en los vicios se desborden,
serán vuestros verdugos inclementes;
y caro pagaréis la inocentada
de decirles a todo: Eso no es nada.
C. Fernández (Cádiz, 1820-1901)
viernes, 6 de junio de 2008
jueves, 5 de junio de 2008
LAS INCLEMENCIAS DEL TIEMPO
Primero, éntrale a estos enlaces, a ver si te entretienen lo suficiente
(y luego, regresas conmigo)
www.nataliamass.blogspot.com
www.alecuijedrama.blogspot.com
www.iltxem.blogspot.com
www.namabaga.blogspot.com
www.deliriosdeorizschna.blogspot.com
www.alonso6665.blogspot.com
www.itaka-666.blogspot.com
www.lunamujer.blogspot.com
www.anetauchita.blogspot.com
www.tugitana.blogspot.com
Que el tiempo afecta a nuestra salud no es ninguna primicia. La preocupación de la humanidad por los avatares atmosféricos ha quedado reflejada históricamente por la continuidad y constancia de las observaciones y la profundidad de las creencias en la capacidad de los acontecimientos atmosféricos para influir en el comportamiento del hombre, en su felicidad, en su idiosincracia y en el origen de sus dolencias.
Caldeos, babilonios, chinos, egipcios, griegos, romanos árabes y otras grandes culturas no pasaron de largo ante el influjo de las variaciones del clima en el bienestar humano.
Hace 2,500 años, Hipócrates aconsejaba en su obra Aire, Agua y Lugares lo siguiente: "Hay que prestar cuidado a los cambios de estación más bruscos y, a menos que sea obligado, no se debe purgar ni aplicar cirugía o cuchillo en los intestinos antes de que hayan pasado 10 días de cambio de estación".
La Biblia achaca el comportamiento innoble del rey Salomón al azote de un viento bochornoso procedente del desierto de Israel, quizás el sharav o hamsin*. En la Edad Media los herbolarios desarrollaron las ideas hipocráticas sobre el clima y la salud, y recetaban determinadas hierbas para combatir los efectos nocivos de los vientos.
Durante siglos, creencias populares, supersticiones y observaciones médicas convivieron juntas hasta que en el siglo XX nació en Alemania una nueva disciplina científica: la bioclimatología, que "estudia las interrelaciones directas e indirectas entre el entorno geofísico y geoquímico de la atmósfera y los organismos vivos, plantas, animales y hombre". Una rama de esta ciencia, la bioclimatología médica, investiga cómo los cambios atmosféricos afectan a la salud humana. Al igual que calquier ser vivo, el hombre reacciona fisiológicamente a los denominados factores del tiempo, que incluyen la temperatura, la humedad, la presión y el viento, así como a los fenómenos, así como a los fenómenos especiales o meteorológicos que acontecen en el seno de la atmósfera, caso de la lluvia, la niebla, la tormenta, el granizo y la contaminación.
Los expertos clasifican a las personas en al menos cinco tipos constitucionales según reaccionan sus hormonas a los estímulos atmosféricos: 1) Constitución equilibrada (con adecuada elasticidad hormonal capaces de afrontar los cambios meteorológicos). 2) Constitución vagotónica (reaccionan ante el estrés climático con una hiperactividad del nervio vago; desciende su tensión arterial, pulso y ritmo respiratorio; se levantan con un tono vital bajo). 3) Constitución serotonínica (muy sensibles a los cambios de tiempo y a la electricidad atmosférica; propensos a sufrir insomnio, irritabilidad, náuseas entre otras cosas) 4) Constitución tiroidea (reaccionan a los sistemas frontales fríos y cálidos; no soportan las temperaturas extremas y tienen reacciones semejantes a los seratonínicos) 5) Constitución simpáticotónica (propensos a la euforia, locuacidad, inquietud; con gran capacidad de concentración y especial agudeza mental, reaccionan marcadamente al tiempo)
Datos e imágenes tomados de la Revista "Muy Interesante"; Año XVIII, Num 06
*Sharav (o hamsin): azote de un viento bochornoso cargado de arena, en árabe significa «viento venenoso». Este viento llega a engendrar temperaturas de 55ºC, y levantan nubes inmensas de arena que oscurecen el sol y reducen la visibilidad (foto satelite). Pueden alcanzar los 150 kilómetros por hora y con su fuerza desplazan las dunas decenas de kilómetros, derriban árboles y casas, y son capaces de enterrar automóviles y ferrocarriles.