Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 2 de agosto de 2018

LAS VACACIONES

Tener vacaciones es un gusto que no todos se pueden dar.
Y no se dan ese gusto porque "se imponen" hacer cosas que no quieren: pasear con los niños (o la pareja, o la familia), ir a la playa (o al campo, a la montaña, a una ciudad, a un pueblo), manejar (o tomar un avión o subirse a un camión), y así hasta el infinito.
Y conste que no he escrito sobre el dinero que se puede gastar (aún cuando se haya ahorrado, porque se la viven esas vacaciones pensando en no salirse del presupuesto). 
Bueno, si lo escribo de otro modo, las vacaciones para algunos son de los más estresantes que se puede imaginar. Cuando debiera ser todo lo contrario. Debieran ser relajantes, disfrutables, alegres y placenteras.
Así es que hay que tener vacaciones varias veces al año: con la familia, con la pareja (sin hijos), con los hijos (sin pareja), solo (sin pareja, sin hijos, sin familia, sin teléfonos). 
Pero ahí está el problema ¿en qué empresa te van a dar hasta tres o cuatro periodos vacacionales?
¡Está difícil!

sábado, 28 de julio de 2018

¿QUÉ HACES CUANDO NO TIENES QUÉ HACER?

Esta fue la pregunta que me hicieron hace unos días. Y fue porque, como estamos de vacaciones, no hay nada qué hacer.
Bueno, respondí, me pongo a descansar. Y pensé "descanso haciendo adobes". 
O dicho de otro modo, hago un montón de cosas que no pude hacer mientras estaba trabajando y que fui posponiendo. Por ejemplo: 
arreglar el jardín (las plantas lo agradecen)
hablarle a los amigos, y verlos si es posible (el corazón lo agradece)
terminar aquellos libros que se habían empezado (y volverlos a su lugar, para tomar otros)
ver televisión (¡más!)
revisar cosas en internet (y así perder maravillosamente el tiempo, no más del necesario)
cambiar algunos muebles de lugar (para aprovechar los espacios y deshacerse de cosas)
estar más tiempo con los perros (a ellos y a mí nos va muy bien con esto)
oir más música por radio (de la que programan, ya sea en AM o en FM)
cocinar con el recetario a mano (¡es bueno probar nuevas cosas!)
desvelarme leyendo (sin culpa por tenerme que levantar temprano).
Y tú que me lees ¿qué haces cuando no tienes nada qué hacer?