Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






domingo, 1 de julio de 2007

SOFONISBA ANGUISOLA

Una nueva aportación pictórica de Carmen Romeo que nos desvela que incluso hace siglos ya había mujeres que se acercaban a un tablero.


Sofonisba Anguisola, uno de los pocos casos en que una mujer consiguio salvar una doble barrera ( artista y jugadora de ajedrez¿?).

Sofonisba tuvo un padre con una mente proclive a la libertad intelectual; era la hija mayor de Amilcare Anguissola y fue estimulada por su padre a viajar y aprender,no solo pintura sino tambien latin y tocar algun instrumento

Entre sus primeras obras se encuentra la famosa pintura Ajedrez en la casa Anguissola pintada en 1555 y hoy conservada en Poznan en la colección Radzinsky, en este cuadro estan tres de las hermanas y una sirvienta.

La posición de las piezas del tablero esta en gran parte escondida por el brazo de una de ellas, Lucia,que lleva las piezas blancas y que en ese momento esta moviendo una pieza, viendo la posición del bando negro que conduce la otra hermana ,Minerva, es probable que la reina negra haya sido capturada, (esta en la parte exterior del tablero y Lucia todavía la tiene sujeta).

Las piezas blancas parecen dispuestas de forma mas o menos logica, pero las piezas negras tienen una colocación artificial, y totalmente imposible, lo cual no indica que Sofonisba no supiera jugar sino que quiza la que no sabia apenas era Minerva, y por otra parte se trataba de pintar un cuadro y no de hacer un tratado de juego.

El retrato en si, es muy realista, Lucia esta satisfecha, Minerva , dolorida y tensa y su mano alzada quiza significa que acepta la rendición la hermana pequeña (Sofonisba?) mira con regocijo y la criada con curiosidad aunque no con conocimiento, ya que este estaba reservado para familias de una cierta posición.

Aquí, el cuadro negro esta a la derecha, mientras que ya en los tratados de la epoca, en particular el de Polerio de 1512, muy popular en la Lombardia, colocan el tablero con las reglas actuales.

Sofonisba llego a tener tal fama que en 1560 viajo a la corte española, para ser pintora de corte de la reina Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, siendo el propio duque de Alba, uno de sus valedores.






Esto yo no lo escribí. Lo encontré en la Red. Pero me ha parecido demasiado interesante como para incluirlo aquí. Además, la pintura es muy bella ¿O no?
Esto también me hace pensar que muchas mujeres, con o sin derechos reconocidos, hacían cosas muy valiosas, no sólo para su sociedad sino para ellas mismas, hecho que, pienso, es la escencia de vivir.

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