El día 11 de agosto cumplí dos años de tener un blog.
El blog fue algo novedoso para mi, renuente a utilizar la tecnología que se ponía en mis manos. Pero también fue un reto, puesto que tenía yo que aprender algo nuevo no sólo por ese día, sino por muchos más.
Se me exigió en el lugar en que trabajaba abrir el blog para tener así un sistema de comunicación.
¿No bastaba el correo electrónico o el messenger? Obvio que no, por eso fue el abrir el blog.
Y después de dos años y 185 entradas, me doy cuenta que fue ésta una exigencia acertada: me gusta mi blog y a todo el que puedo le digo que lo tengo y que me lea.
No ha sido fácil puesto que me desespero al no saber utilizar las cosas que se ponen a mi servicio. No ha sido fácil porque, la verdad, desconozco el vocabulario y supongo que la computadora hará todo ¡Error! La computadora hace lo que uno le ordena (bueno, eso me dijo el maestro de Computación)
El nombre de mi blog es otra historia: hace tiempo leí en un libro de Carl Sagan que estamos en esta Tierra por una serie de fuerzas y acomodos y adaptaciones que se han llevado a cabo en el Universo y más cerca de nosotros, en el Sistema Solar. Puede haber casualidades, pero ellas y otras cosas han dado lugar a nuestra aparición en el Tercer Planeta, Planeta Azul, del Sistema Solar. Y todo eso devino en la raza humana, a la que pertenezco. Y cuando yo desaparezca, por una serie de leyes de física y química, me convertiré en otro tipo de materia y energía e iré ¿por qué no? a formar parte (de otro modo) ya no sólo de este Planeta sino del Universo al que pertenezco.
La idea me encanta. En pocas palabras, Sagan escribió que "somos materia estelar".
He decidido festejar este aniversario comprándome un pastel, sin velitas, e invitar a quienes actualmente me rodean a compartirlo conmigo y, de esta manera, hacerlos partícipes del acontecimiento.
Si quieres participar, sólo comunícate...
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