Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 2 de agosto de 2007

OFICIOS DE LA NOCHE

"La noche se hizo para descansar", decía mi tía Anita cuando éramos niños. Y apagaba la luz.
Y yo me tenía que dormir a fuerza, aunque no tuviera sueño. Y tardaba en conciliar ese sueño, de eso estoy segura, porque me ponía a pensar en muchas cosas: en lo que haría al día siguiente, en qué vestido me iba a poner, inventaba historias (emocionantes algunas, otras no), hablaba conmigo misma.
Y como tardaba yo mucho en dormirme, pues al otro día, temprano, me costaba mucho trabajo despertarme. Quería yo dormir más.
A mí de todas maneras se me quedó grabado eso de que la noche se hizo para descansar.
Ya en la Prepa, había mucho que leer. Había que hacer mucha tarea. Y tenía que ocupar la noche para completar el trabajo que mis maestros dejaban. ¡Y no se diga en la Facultad! Y yo siempre me repetía, preguntándomelo ¿la noche se hizo para descansar? ¿Deveras?
¿Y los que trabajan de noche? ¿descansan? Lo dudo mucho. Ser recepcionista de hotel o de call center, ser mesero, bailarina de table-dance, taxista, prostituta, enfermera, dependiente de una Oxxo, operador de radio, periodista, piloto de avión, chofer de autobús, ministerio público, locutor, vigilante...
Aún cuando todos ellos hagan su trabajo con gusto, no creo que descansen. El trabajo no es descanso. Y si a eso se le añade hacerlo de noche, pienso que cansa más.
Los Oficios de la Noche inician cuando el día termina. Y muchos de nosotros trabajamos de día y a veces, terminamos de noche. (Ja, ja, ja, no había pensado realmente en esto).
Lee sobre lo que otros ¿nocturnos? escriben de lo mismo

1 comentario:

Al6665 dijo...

Me quede pensando...