Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 18 de junio de 2009

GATO

Por las bardas de mi casa diariamente pasan un par de gatos.
Nunca pasan juntos. O al menos yo no los he visto juntos.
Uno de ellos, gris y blanco, de hermosos ojos verdes, se sienta muy a su gusto en uno de los escalones de hierro de la escalera de caracol. Y ahí se queda un rato largo viendo el patio; a veces dormita, a veces baja un poco más y ahí se queda. Luego, se va, sin más.
El otro, negro, muy negro, sólo pasa lentamente como recorriendo sus territorios. Las bardas sólo son su camino. Nunca se detiene.
Viendo a uno y a otro, me pregunto qué es lo que los lleva para acá y para allá.
Los gatos, según me han dicho, son animales domésticos muy independientes. Eso, se me figura, es una contradicción. Los humanos domesticamos a los animales para que estén a nuestro servicio, no para que hagan su soberana voluntad. Y eso es lo que realmente hacen los gatos: su soberana voluntad. Supongo que por eso, el hombre desde antiguo incluso los momificó para reconocerles, de alguna manera, su independencia.
Un gato, ocupado en su independencia, ocupado en ser, nos ignora cuando quiere. Recurre a nosotros cuando quiere. Nos acompaña cuando quiere.
Y eso, es lo que hace que los hombres hayamos intentado hacerlos dependientes de nosotros de otra manera: en objetos, en caricaturas, en canciones. Y además les hemos otorgado (¿o reconocido?) cualidades que quisiéramos en nosotros.
Si no, hay que ver a "Don Gato y su Pandilla", o a "Azrael", el gato en los Pitufos. Memorable es "Silvestre", el de Piolín; y no se quedan atrás ninguno de los "Thundercats", mucho menos el "Gato Culto" de PIT. Mención aparte merece "Félix el Gato", simple la caricatura pero de gratos recuerdos; y no se diga cualquiera de los "Aristógatos", o quizá "Tom" el de Tom y Jerry. ¡Ah! y por supuesto no podría yo olvidar a "Garfield" y a la tierna "Kitty".
Gatos van y vienen. Gatos que rodean nuestras vidas, lo queramos o no. Porque sé que hay personas a las que los gatos no les gustan una nada.
Y para abonar a nuestro entorno, hay otros gatos: los hidráulicos, los del juego simple con equis y ceros.
Y en la música...
Y en el teatro...
Y en la literatura...


Otros y sus reflexiones gatunas:
Efra, Jenny, Itaka, Alonso, Sol, PV, Ixab

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2 comentarios:

Citlaltzin dijo...

Como te explico que me encantan los gatos... son mi animal favorito, y lastima como dices que algunas personas no les gustan los mininos. De lo mejor.
Be happy Be chevere

Berenice Mares dijo...

iiiiuuuu... los gatos, muy bueno tu post pero los gatos son bonitos de lejos jajaja....
el unico gato que uso es el hidraulico jijiji