Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 13 de septiembre de 2007

JUVENTUD

¿…mejores años? Me han preguntado más de tres personas
Y también, más de tres, me han dicho que sí. Y no se piense que estos últimos eran jóvenes todos. No, de ninguna manera. Eran ya grandes. Dos de la “Tercera Edad”, por no decir viejos, y otros tres, personas maduras (o como le oí decir a alguien: “formando parte de las fuerzas juveniles del INSEN”, ja, ja, ja).
La juventud es una muy buena etapa de la vida, pienso yo. Tan buena es, que en ella se definen mejor los sueños y se empiezan a sentar las bases para construirlos, para hacerlos realidad. En la juventud nos sentimos (y estamos) vigorosos, somos hermosos, reímos mucho y, también, sufrimos, a veces mucho (bueno, eso se cree, por causas de lo más absurdas). También en esta etapa la osadía nos lleva a experimentar emociones, caminos, intenciones que pudieran resultar peligrosos, y también pensamos que no nos pasará nada. ¡Qué equivocación! Somos tanto o más vulnerables precisamente por nuestra inexperiencia.
Obvio, estos pensamientos generalizan. Hay jóvenes que se las ven muy “negras” porque carecen de oportunidades no sólo escolares, sino también económicas y familiares. Y no se diga a nivel salud.
Al menos mi entorno se mueve en la primera generalización: una vida tranquila, resuelta en muchos aspectos y que aunque tiene sus lados malos, éstos no son tan malos. Ya que los adultos alrededor están ahí para suavizar cualquier caída, para ayudar a levantarse, para solventar cualquier necesidad en la medida de lo posible.
La juventud es sólo una etapa de la vida “que se cura con el tiempo”, según decía un viejo.
Pero no estoy de acuerdo en eso porque ser joven, según ese hombre, implicaba solamente tener cierta cantidad de años. Y rebasados estos años, pues se pasa a otra edad, la que sigue, la adultez. Y ya. Y luego, a la siguiente etapa. Y así, hasta la última etapa que se llama muerte.
No estoy de acuerdo por un hecho simple: no hay necesidad de ser joven para soñar, atreverse, equivocarse y volver a empezar. Juventud, por tanto no es nada más unos pocos años (más de veinte, ¿menos de 30?). Juventud es soñar y pensar que se pueden hacer las cosas. Por lo tanto, pensar, decir, que la juventud son o fueron los mejores años puede ser realmente una tontería. Porque los mejores años son cada uno de los que vivimos.
Y me pongo a pensar ahora en las desventajas de la juventud:
1ª: la falta de experiencia
2ª: en algunos ambientes familiares, tener que pedir permiso
3ª: tener que aguantar regaños
4ª: no tener dinero y, cuando se tiene, decir en qué se gasta
5ª: tener que ir a la escuela (no importa el nivel)
6ª: soportar a algunos miembros de la familia, diario
7ª: ___________________________________________ (escribe en la línea lo que creas que falta)
Ya Rubén Darío escribía en su “Canción de Otoño en Primavera”:
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer…


Lee más sobre el mismo tema en:
www.namabaga.blogspot.com , www.elclarodelaluna.blogspot.com
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3 comentarios:

Itaka dijo...

7.- Soportar que tus ideas se vean apagadas en ocasiones por el simple hecho de ser nuevas y en muchas ocasiones sin ser escuchadas.

Tu Gitana dijo...

7. Que te digan: ya madura! jejeje, si no hay prisa.. saludos.

Al6665 dijo...

7. ----

No se me ocurrió ninguna positiva, mejor así :P