Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






viernes, 5 de enero de 2007

LA NOCHE DE REYES

La Noche de Reyes
La noche de Reyes es una de las más felices para todos los niños que tendrán sus regalos. Fue a mediados del siglo XIX cuando se representó a los Reyes Magos como portadores de juguetes para los niños. Hasta entonces, los obsequios eran mucho más cotidianos: Gaspar traía caramelos y golosinas, requesón, miel o frutos secos; Melchor regalaba prendas de vestir o calzado y Baltasar era el encargado de castigar a los niños que habían sido malos durante el año con carbón, leña o piedras (en la actualidad fabricados con azúcar).
La Estrella de Belén.
La Biblia relata cómo una estrella guió a los tres Magos desde Oriente y señaló el lugar donde se encontraba el Niño Dios al detenerse sobre el pesebre. Este milagro ha intentado explicarse a través de muchas teorías. Entre otras, que se trataba del brillante planeta Venus, del paso de los cometas Halley o Hale-Bopp, de una supernova, una ocultación de la luna... Una de las hipótesis más aceptadas fue la que propuso en 1606 Johannes Kleper. Según este astrónomo, se trataría de una rara triple conjunción de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno, pasando el Sol en esos momentos por Piscis. Esta conjunción se presenta a los ojos del observador terrestre como una sola estrella muy brillante. Otra hipótesis más reciente en el tiempo es que se trataba de una nova brillante observada cerca de la estrella Theta Aquilae. La estrella de Belén se conmemora situándola tanto en la representación del pesebre como en la punta del árbol de Navidad.
La Leyenda
Para poder realizar la labor de entregar juguetes a los más pequeños, los Reyes Magos cuentan con la ayuda de unos pequeños duendes que van informando a sus jefes del comportamiento de los niños. La costumbre exige que los pequeños depositen sus zapatos limpios en el balcón la noche del 5 de enero y, junto a ellos, agua, alguna pieza de fruta y un poco de yerba para aliviar el esfuerzo de los Magos y los dromedarios reales. La leyenda cuenta que dos amiguitos del Niño Jesús, viéndole pobre y descalzo, decidieron cederle sus zapatos, por lo que los lavaron y dejaron en el balcón para secar. A la mañana siguiente, cuál no sería su sorpresa al encontrárselos llenos de regalos que habían dejado los Reyes Magos premiándoles así por su bondad.
La Carta a Los Reyes
Durante el primer cuarto del siglo XIX se hizo popular que los niños escribiesen una carta a los Reyes Magos de Oriente solicitando sus regalos. Estas cartas se dejaban junto al calzado pero pronto comenzaron a enviarse por correo postal y en nuestros días son enviadas ya por correo electrónico
(Tomado de guiastur.com)

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