Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






martes, 26 de diciembre de 2006

UN REGALO Y EL CENTRO HISTÓRICO

¿Qué habéis hecho de mi alto valle metafísico?
Alfonso Reyes

EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Estos últimos días no he hecho más que caminar por el Centro Histórico buscando, como muchos, regalos para la época, y empujada (lo reconozco) por ese afán consumista del que no me he podido desprender y que caracteriza muchas de mis acciones.
Bueno, el espíritu navideño y todo lo que a él concierne me llevó a buscar en un solo sitio, muchas cuadras, lo que yo pensaba regalar. Y encontré el regalo para mi. El regalo que no buscaba: la señorial Ciudad de México. Caminar por le Centro Histórico me hizo recordar el por qué se llamó a esta ciudad "la Ciudad de los Palacios" (término dado por Alexander von Humboldt). El recuperado Centro Histórico muestra sus anchurosas calles, bien trazadas, bien rectas, como en tablero de ajedrez, que permiten ver las fachadas bellas, grandiosas, de diversos estilos ahora, en todo su esplendor.
¡Qué bueno que esto es dable a todos los capitalinos! ¡Qué malo que no nos demos cuenta que ahí lo tenemos!
Y no importa si está todo lleno de ruidos..... Es parte de su encanto.
Vivir en esta Ciudad de México, poder recorrer su Centro Histórico es algo que debiéramos agradecer.


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