Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






domingo, 16 de octubre de 2011

BLOG ACTION DAY

ALIMENTACIÓN





Un reto que enfrentamos los que vivimos en este planeta en la actualidad es de la alimentación: en cantidad, calidad, suficiencia. Pero también en posibilidad de alcanzarlo económicamente, y que sea satisfactorio para la vista, el paladar, los sentidos, independientemente de que nos nutra.


Difícil escribir sobre alimentación cuando hoy sé que hay mucha hambre en mi país. Que sé que se tira mucha comida, y que hay muchos que no han ni siquiera desayunado a esta hora (si es que lo van a hacer). Y no han desayunado no porque no lo quieran hacer, sino porque no tienen con qué hacerlo.

¿Cómo solucionar esto? ¿Qué hacer al menos en nuestro entorno?

Yo siempre pienso que los grandes problemas nacionales, y éste es uno de ellos junto con la educación y la justicia, se empiezan a solucionar con pequeñas acciones personales. Pero esas acciones personales tienen que ser de varios, de muchos.


Y para el post de este día pensé en proponer algo simple que mejoraría mucho nuestra alimentación personal sin que mermara nuestra ya muy deteriorada economía: sembrar en nuestros lugares en la ciudad.

O dicho de otro modo, producir en parte nuestro alimento.

La tierra, la naturaleza, son tan pródigas que no nos cobran nada. Simplemente nos dan.

Sembrar en nuestra ciudad significaría para cada uno de nosotros tener al menos algo que "llevarse a la boca" cada día.

Pero, alguien me preguntará ¿dónde sembrar? ¿qué sembrar? ¿para qué sembrar?


*¿Dónde sembrar? En nuestro patio, en el camellón, enfrente de nuestra casa (en ese hoyo que está en la banqueta y que más bien se utiliza como basurero), o en una maceta simplemente.


*¿Qué sembrar? Pues cualquier semilla de naranja, de manzana, de durazno, de níspero, de aguacate, de jitomate, de chile, de maíz, de frijol. Cada vez que comamos un fruto, guardar las semillas (no tirarlas a la basura) y sembrarlas, así nada más; regarlas y estar un poco al cuidado de ellas. Veríamos que iban a crecer, en poco tiempo, y dependiendo de lo que se haya sembrado, obtendríamos frutos a corto, mediano o largo plazo.


*¿Para qué sembrar? Para tener frutos gratuitamente. Y si sembramos en la calle, seguramente un frondoso árbol nos regalará su sombra y en pocos años nos dará sus frutos, a todos, a cada uno que pase, para que se lo lleve y lo vaya comiendo.


Alimentarse así, o ayudarse alimentándose así funcionaría muy bien en nuestras ciudades. Y no dependeríamos tanto de las especulaciones del mercado.


Alguien me dirá que sólo obtendría una manzana, o un durazno cada vez; o un jitomate o unas cuantas vainas de ejotes y que eso no es suficiente. ¡Ya lo sé! Pero la satisfacción no nos la quitaría nadie y contribuiríamos con algo personal a la alimentación de los demás.


¿No te parece?




P.D. Ojalá Itaka, Alonso, Sol, Jenny, Ixab, PV y Efra (que son de HablandoAndo) se hayan acordado de este día y hayan escrito algo.


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