Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 30 de septiembre de 2010

MIENTRAS VIVIERA...

Prometeo era hijo del Titán Japeto y de Asia.
Sabía que en la tierra (en el suelo) reposaba la simiente de los cielos. Un día recogió arcilla, la mojó con sus lágrima y la amasó. Formó entonces varias imágenes semejantes a los dioses, los "hombres".
Atenea al ver las imágenes pensó que eran muy bellas e insufló en ellas el èspírito o soplo divino. Les dio además a beber el néctar mágico para que recuperasen su pureza y poderse regenerar en caso de que algún día perdiesen dicha pureza.
Así surgieron los primeros seres humanos. Y poblaron la Tierra.
Prometeo enseñó además a los hombres a subyugar a los animales y a hacer uso de ellos como auxiliares en el trabajo. Además les enseñó a construir herramientas, barcos y velas, a observar las estrellas, a escribir y a contar, a hacer uso de los metales, a prepar alimentos nutritivos, a hacer ungüentos y curaciones para sus dolencias.

Sólo faltaba algo. Y Prometeo lo entregó a los hombres: el Fuego.
Prometeo fue a escondidas al carro del Sol y con una vara, a escondidas, tomó un poco de fuego y lo entregó a los humanos.´
Zeus no se dió cuenta del robo hasta que vio varias fogatas encendidas.
Enseguida supo qué había pasado...

. . . . . . . . . .

Para vengarse Zeus de Prometeo, le aprehendió y envió al Desierto de Citia donde fue puesto preso en una pared de un terrible abismo con cadenas inquebrantables en un peñasco de la montaña del Cáucaso, en pie, sin reposo alguno, mientras viviera (30 siglos) sufriendo la amargura de que su hígado fuera devorado por un águila que venía cada día a la región para dicho fin después de que el órgano se volviera a reconstituir.

Por fin llegó el día de la redención de Prometeo: Hércules pasando por allí con los argonautas al ver al águila devorando el hígado de Prometeo tomó su flecha lanzándola sobre la misma. En seguida soltó las cadenas y se llevó a Prometeo consigo.

No hay comentarios.: