Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 22 de julio de 2010

CHAT

─ ¿...qué es eso?,─ dijo la abuela abriendo sus hermosos ojos asombrada ante la palabra.
─ Andrés, explícale a mi mamá que significa eso─ terció Luz sonriendo al tiempo que guiñaba el ojo hacia su pequeño hijo de seis años.
─ ¿Un niño de su edad puede explicarme eso?, dijo la abuela, doblemente asombrada. Cómo, a ella, una mujer de más de setenta años un chiquito de apenas seis le podía explicar que es el chat. Andrés, sin fijarse en la posible discusión que se podría iniciar entre Luz y su mamá, enésima discusión en ese día, se levantó rápidamente de la mesa donde estaba dibujando y fue por la lap. La abrió, la prendió y tan tranquilamente la puso en el regazo de la mujer y se sentó junto a ella.
─ Mira, abue, es de lo más fácil. Chat es platicar con tus amigos o tus conocidos por el internet.
Le pones aquí, debajo de este muñequito tu nombre....., luego le pones tu password..... y logras entrar. ¿Ya viste cómo?
Mientras Andrés explicaba el procedimiento, iba escribiendo y esperando que abriera la ventana. Explicaba muy seguro y de manera orgullosa. Le mostró a su abuela su lista de amigos (que eran sólo dos y que se conectaba con ellos cuando sus mamás estaban también conectadas), su lista de familiares (que eran algunos más y con los que él se conectaba cuando uno de sus papás se lo permitían)
La abuela lo miraba, más que asombrada, por la facilidad con la que manejaba el teclado.
Y empezó a preguntar: si se trata de platicar ¿por qué escribes?, ¿se puede oir música?, el otro ¿me oye? ¿me ve?, ¿a qué horas se hace eso?, ¿y si el otro no está?... y tantas cosas más que se le iban ocurriendo y a las que Andrés contestaba sin titubear. Ah, eso sí, si había algo que no podía contestar, le preguntaba a su mamá y asunto arreglado.
La última pregunta que la abuela lanzó fue
─¿Y yo puedo hacer eso?
─ ¡Claro!, contestó Andrés─ y luego luego abrió una cuenta para su abuela, y la incluyó en su lista de familiares y él se incluyó primerito en la lista de su abuela. Y quedaron que platicarían cuando se encontraran por ahí.
Han pasado varios meses, creo que seis o siete, y la abuela ha aumentado su lista de amigos, familiares, conocidos y yo no sé qué más de manera impresionante. No es la abuela de más años en el internet, en el chat, pero sí sé que es ahora una persona más contenta, pues ha aprendido algo más.
¡Saludos, abuela!

4 comentarios:

Unknown dijo...

genial !!! Ha publicado de nuevo, que bien.

Yo quisiera que ya mínimo mi papá tuviera esas ganas de aprender algo nuevo jaja Solo revisa su correo porque es de trabajo y eso porque yo me encargo, en fin.

Sigan escribiendo

Al6665 dijo...

también le abrí una cuenta a mi agüela XD

Saludos!!

Anónimo dijo...

LE GUSTO MUCHO EL CUENTO A ANDRES GRACIAS

susy dijo...

Un cuento muy lindo, desde hace un tiempo me comentaron de el, pero hasta hoy lo leí. Estoy segura que Andrés nos seguirá sorprendiendo.

Un abrazo.
Susy