No quiero hacer este año como "mil ocho mil" propósitos que no he de cumplir, que he de abandonar al segundo mes, máximo al tercero, que me ponen de malas de sólo pensar en ellos.
No quiero proponerme bajar de peso, levantarme temprano, tener ordenados mis papeles, contestar las llamadas que me hacen o contestar todos los mails que me envían; o hablarle a mis parientes lejanos y cercanos, tomar el curso varias veces abandonado o qué sé yo.
Esta vez quiero solamente tener un propósito. Ése sólo propósito me mantendrá ocupada todo el año y cada vez que lo cumpla pensaré en el objetivo alcanzado.
PROPÓSITO DEL AÑO NUEVO 2009:
TERMINAR TODO LO QUE NO HE TERMINADO
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