Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






miércoles, 16 de diciembre de 2009

LO SEMANAL

Cada jueves esperaba la llamada.
En eso habían quedado.
Pero desde hace varias semanas, ésta no llegaba.
Al principio le extrañó mucho, pero supo esperar. Pero después de varias semanas y de algunos intentos de ponerse en contacto de otra manera, empezó a extrañar deveras.
Había quedado muy formalmente de hacerse presente cada jueves a través de una llamada, aunque fuera corta. O al menos, enviar un mensaje. Ahora ya ni eso.
Preguntó a los demás si sabrían algo. Ellos dijeron que no.
Y el jueves pasado buscó en su cajones el número que le permitiría ponerse en contacto para preguntar por qué no había habido la llamada. El número ahí estaba, pero no se atrevió a marcarlo esperando que la llamada llegara. Pasó todo el día sin recibirla.
Luego se comunicó conmigo y me pidió que intentara yo algo. Y lo único que se me ocurrió fue esto que ahora escribo:
¿Cuándo va a aparecer la frase semanal?