Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






miércoles, 30 de septiembre de 2009

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

Me enteré temprano que la UNESCO había declarado en su "Reunión Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO" en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) a
* los lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas en el municipio de Tolimán, Querétaro, y
*la ceremonia ritual de los Voladores de Totonacapan (Papantla),
ambos presentados por México.
También declaró al
*tango
bajo el mismo status; la candidatura la presentaron Argentina y Uruguay.
México también se vió favorecido por la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad de la Peña de Bernal, en Bernal, Querétaro por parte de la UNESCO.
Pues ni hablar, hoy nos fue muy bien.

martes, 29 de septiembre de 2009

¡OH, DESILUSIÓN!

Acostumbro estar al pendiente de las noticias.
Le cambio frecuentemente al radio y voy buscando a ciertas horas algunos noticieros, más por los comentaristas que por lo que en sí dicen, pues todos, absolutamente todos dicen las mismas noticias: a cuántos mataron ese día o el anterior, en dónde está el tráfico y no se puede pensar siquiera en avanzar, la catástrofe natural del día y el último chisme político (desde la aparición y/o declaración de algún ex-presidente hasta los devaneos del presidenciable). Poco me gusta oir los chismes del espectáculo y definitivamente no oigo los deportes.
Todo eso lo redondeo con la lectura del periódico del día, más que nada de los editoriales en donde se pueden leer distintos puntos de vista del mismo asunto.
Y me gusta seguir algunas noticias, día tras día, hasta su conclusión (cuando la hay) o ver cómo se opacan ante un nuevo suceso.
Eso fue lo que me hizo seguir si no tan de cerca, sí atentamente aquélla levantada de mano de un extraño por un político muy conocido en un templete en donde le pregunta "Y tú, ¿cómo te llamas?" y después de eso, invitar a toda la gente a votar por él. Y luego decirle "No te la vayas a creer".


El problema no fue ése, realmente. Ahora lo sé.


El problema es que ¡yo sí me la creí...!

sábado, 26 de septiembre de 2009

LA TARDE CON LOS AMIGOS

Fue toda una odisea entrar hoy al Centro.
No recuerdo haber escuchado o leído que iban a cerrar al tráfico vehicular la entrada al Centro Histórico. Y nos fuimos en coche al lugar donde nos reuniríamos a comer.
De haber sabido que estaba cerrado, hubiéramos dejado el coche en algún estacionamiento junto al Metro, y hubiéramos llegado hasta allá en la "limusina anaranjada".
Hicimos todo un ejercicio de voluntad de no enojarnos, de no ponernos de malas por este inconveniente, que cada día se vuelve cotidiano en la Región más Transparente.
Llegamos al sitio. Olvidado el inconveniente (o sea el tráfico) que nos retrasó por más de una hora, nos saludamos y nos dispusimos a pasar un buen rato.
Fue muy gratificante hablar de todo y de nada. Sonreir, bromear, estar con aquéllos que se quiere bien en una tarde fría y húmeda, pero benevolente hoy con los capitalinos.
Pocos son los tiempos que tenemos para reunirnos con los amigos pues siempre argumentamos otros deberes, ya sea familiares, laborales o de tiempo, y descuidamos a aquéllos que quieren estar con nosotros por el simple hecho de querer hacerlo. Porque sí, nada más porque sí.
Estas convivencias son pequeñas palmaditas a nuestra alma, pequeños abrazos a nuestro ánimo que debiéramos darnos más seguido para que cada día se nos abriera como una verdadera oportunidad de seguir adelante.

jueves, 24 de septiembre de 2009

BESAME MUCHO

Me causó un gran gusto saber que esta semana escribiríamos con este tema.
El título me llevó inmediatamente a pensar en la canción de Consuelito Velázquez.
Sé que es la canción en español más cantada, con más interpretaciones en el mundo de la música.
La han interpretado desde Frank Sinatra hasta Andrea Bocelli. Los Beatles y Plácido Domingo la grabaron. La cantó Pedro Infante en no sé qué película y es una preferida de las orquestas.
Yo elegí la interpretación de Ray Conniff, que me trae muy gratos recuerdos, y es la que he insertado en la barra lateral del blog para que sea escuchada mientras se lee esto.
Pensé que a mi papá le hubiera gustado escuchar la versión con Nat King Cole, y a mi mamá la directa con Consuelito Velázquez. A uno de mis hermanos, fan de Los Beatles, escucharla con ellos. Y a un par de amigas con Frank Sinatra.
No importa quién la interprete, lo que importa es la canción en sí.



Espero que los del grupo HablandoAndo hayan sido más creativos que yo, porque hoy, lo que se dice hoy, sólo quise hacer remembranzas.
Sol, Itaka, Ixab, Alonso, Jenny, PV, Efra

miércoles, 23 de septiembre de 2009

LA BALADA DE LA VUELTA DEL JUGLAR

Con este título encontré esta hermosa poesía de Luis G. Urbina.
Y el comentario que dice que "Urbina personifica al dolor y dialoga con él... ¿qué nos quiere decir el poeta?... ¿que el dolor cuando es un recuerdo es menos cruel que cuando se vive...?
Yo no lo sé, pero hoy no siento dolor.
No es éste mi sentimiento. Tampoco lo ha sido en esta temporada.
Pero leer a Luis G. Urbina ha removido cosas personales. Y la verdad es que me ha gustado mucho acercarme a su obra, que fragmentadamente he leído.
Debo escribir, además, que me gusta mucho esta manera de hacer poesía, con rima. Porque guarda una cadencia, un ritmo que te permite leer de otra manera.
Y he podido darme cuenta también que ha valido la pena su lectura.

LA BALADA DE LA VUELTA DEL JUGLAR

─ Dolor: ¡qué callado vienes!
¿Serás el mismo que un día
se fue y me dejó en rehenes
un joyel de poesía?
¿Por qué la queja retienes?
¿Por qué tu melancolía
no trae ornadas las sienes
de rosas de Alejandría?
¿Qué te pasa? ¿Ya no tienes
romances de yoglería,
trovas de amor y desdenes,
cuentos de milagrería?
Dolor: tan callado vienes
que ya no te conocía...

Y él, nada dijo. Callado,
con el jubón empolvado,
y con gesto fosco y duro,
vino a sentarse a mi lado,
en el rincón más oscuro,
frente al fogón apagado.
Y tras lento meditar,
como en éxtasis del olvido,
en aquel mudo penar,
nos pusimos a llorar
con un llanto sin ruido...

Afuera, sonaba el mar...

martes, 22 de septiembre de 2009

ECONOMÍA DOMÉSTICA

He aquí la regla de oro, el secreto del orden:
tener un sitio para cada cosa
y tener
cada cosa en su sitio. Así arreglé mi casa.


Impecable anaquel el de los libros:
un apartado de novelas,
otro para el ensayo
y la poesía en todo lo demás.


Si abres una alacena huele a espliego
y no confundirás los manteles de lino
con los que se usan cotidianamente.


Y hay también la vajilla de la gran ocasión
y la otra que se usa, se rompe, se repone
y nunca está completa.


La ropa en el cajón correspondiente
y los muebles guardando las distancias
y la composición que los hace armoniosos.


Naturalmente que la superficie
(de lo que sea) está pulida y limpia.
Y es también natural
que el polvo no se esconda en los rincones.


Pero hay algunas cosas
que provisionalmente coloqué aquí y allá
o que eché en el lugar de los trebejos.


Algunas cosas, por ejemplo, un llanto
que no se lloró nunca;
una nostalgia de que me distraje,
un dolor, un dolor del que se borró el nombre,
un juramento no cumplido, un ansia
que se desvaneció como el perfume
de un frasco mal cerrado.


Y retazos de tiempo perdido en cualquier parte.


Esto me desazona. Siempre digo: mañana...
y luego olvido. Y muestro a las visitas,
orgullosa, una sala en la que resplandece
la regla de oro que me dio mi madre.
Rosario Castellanos
(1925-1974)

lunes, 21 de septiembre de 2009

¿VIVA MEXICO?

Salimos lentamente del andén Zócalo del Metro.
Íbamos a la presentación multimedia a la que había invitado el Gobierno (no sé si Federal o del D.F.) en el Zócalo de la Ciudad de México. Tranquilos, sin prisas, animados caminábamos lentamente en medio de un mar de gente que pasaba por los torniquetes de la estación a la única salida abierta a esa hora: la que va rumbo a la Catedral Metropolitana (1er. error: una sola salida abierta y sin avisar). Nos detuvimos. Ya no caminábamos. Y empezaron los chiflidos, así, iguales a los que oyes en el cine cuando la función no empieza. Nosotros sólo sonreimos y en silencio, un poco entre apreturas, esperamos, no sé qué, pero esperamos. Yo la verdad me empecé a desesperar "Esto es lo que no me gusta ¡tanta gente! ¡demasiada!" Mi amiga y su hija sólo me vieron sonriendo.
Caminábamos muy lentamente. Y los chiflidos aumentaban.
Yo no entendía por qué nos deteníamos. Por qué, nos parábamos. Por qué en cierto momento no caminábamos. Cuando salimos a la Plaza de la Constitución por esas escaleras nos dimos cuenta por qué: estaba cerrada la "caminada" derecho, en linea recta; sólo podías caminar dando vuelta a la derecha, como yendo a la calle de Moneda (2do. error: sólo puedes dar la vuelta a un lado y los puestos callejeros obstruyendo ésa vuelta).
Ya afuera, sobre el costado izquierdo de la Plaza, intentamos movernos a la derecha. No pudimos. Seguimos a alguna personas, que sin oir las recomendaciones de dos o tres hombres con gafetes les decían que "por ahí no....". Pisaban los arbolitos y prados llenos de flores, sin importarles nada. El chiste era pasar.
Yo sugerí darle la vuelta a Palacio por Correo Mayor. "No", me dijeron los cuates. Optamos por irnos atrás de Catedral, por Guatemala y llegamos hasta enfrente del Monte de Piedad. Ahí, enfrente, unos danzantes iniciaban su ritual sahumando con copal el lugar. Unos vendedores ambulantes más adelante pudimos observar que podríamos acceder por ahí al centro de la Plaza. Error, pienso, nuestro. Toda la gente que iba pensaba lo mismo.
Sugerí subir a cualquiera de las terrazas de los restaurantes del sitio. Aceptada la idea intentamos llegar a 5 de Mayo. ¡No se podía caminar! (3er. error: no había vallas ni nada que te dirigiera) A duras penas conseguimos llegar a una tienda de artesanías que tiene justamente un restaurant en su parte alta. No pudimos llegar al restaurant porque no teníamos reservación. Ahí nos quedamos, en la planta baja, platicando, sin ver la primera presentación. Esperamos a ver si nos podíamos salir de aquel lugar e irnos a casa. Pero no, no pudimos salir. A lo lejos se oían unas voces, jóvenes "¡Queremos salir! ¡queremos salir! ¡queremos salir!" Y la presentación seguía su curso. Y nosotros sin ver nada.
Terminado el espectáculo, intentamos movernos. Irnos. No pudimos. No hubo modo. Ahí nos quedamos otro rato esperando, no sé qué, pero esperando.

Al fin, después de un rato, empezamos a ver movimientos de personas. "¡Ya vámonos!" "Pero si no hemos visto nada, ¿cómo nos vamos a ir?" "No importa, ¡ya vámonos! Hay demasiada gente y es mejor salirnos ahorita" Y empezamos a movernos. Nos metimos materialmente en un río de gente y nos dejamos llevar.

De pronto, sorpresivamente, se fueron abriendo espacios que nosotros aprovechamos y que nos llevaron al centro de la plancha del Zócalo. Justo atrás del asta bandera. Ahí, ya bastante despejado, esperamos al inicio de la siguiente presentación, la que vimos tranquilamente, sin apretujones, sin sobresaltos.

Terminada ésta, satisfechos, comentando alegremente, nos fuimos rumbo a 20 de Noviembre, para ir después sobre Pino Suárez. No pudimos llegar ni a la mitad de la primera cuadra. Detenidos materialmente no caminábamos nada. "¿Por qué...? ¿Por qué no avanzamos?" Y la gente seguía acercándose más, amenazando nuestra integridad física, sintiendo cómo el de atrás te empuja y te aprieta contra el de adelante. Y había niños, y ancianos, y mujeres embarazadas. Y todos intentando salir. Pero, no avanzábamos. No alcanzábamos a ver por qué.

Cuando llegamos a la esquina de Venustiano Carranza y 20 de Noviembre entendimos el por qué: la calle estaba cerrada por un montón de gente que intentaba entrar a la Plaza de la Constitución. O dicho de otra manera: un tapón de gente, que venía de Izazaga estaba parada sobre todo 20 de Noviembre esperando entrar al Zócalo (4to. error: otra vez, ¿las vallas? ¿dónde están las vallas? ¿dónde están los organizadores diciendo que por un lado se entra y por otro se sale?). A alguien le oí decir que eso estaba muy congestionado, que había mucho tráfico. Yo sólo respondí: "pues que construyan un segundo piso y que cobren por circular en él". Risas de los cuates, lo que hizo que el ambiente se distensara un poco, pero las apreturas no, ¿eh?

Por fin, pudimos dar la vuelta a la derecha y llegamos, ya más holgadamente a 5 de Febrero.

Caminamos hasta Bolívar para encontrarnos con otras amigas a las que perdimos desde la salida del Metro y nos reunimos para comentar los incidentes.


Hoy, ya más tranquila, recupero las noticias en el periódico: aglomeraciones, falta de organización, ausencia de vigilancia, insuficientes guardias, Protección Civil rebasada, algunos perdidos y encontrados, algunos desmayados, "saldo blanco" como reporte.


Y me enteré, también, que al espectáculo invitó el Gobierno Federal.
Foto: de La Jornada; Ma. Luisa Severiano;
Domingo 20 de Septiembre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

...Y PALACIO NACIONAL SE LLENÓ DE FLORES

sí, verdaderamente.
Frente a mí, ahí parados donde estábamos, por el asta bandera, no lo podíamos creer: la luz sobre la fachada total de Palacio Nacional hizo que el hermoso frente se cubriera de flores: azules, rosas, amarillas, rojas, blancas, moradas. Enmarcadas en fondos azules y rosas mexicano las flores hechas por los artificios de luz nos hicieron olvidar las penurias pasadas para llegar ahí y ver el espectáculo.
Convocado por tres días (17, 18 y 19 de Septiembre) fuimos el último día.
Pudimos ver la segunda presentación en una Plaza de la Constitución totalmente obscura, que sobrecogía no sólo por su grandeza, sino también por sus imponentes construcciones a los que de alguna manera los que vivimos en esta Ciudad nos "hemos acostumbrado".
El cielo, despejado para esa hora, sólo permitía ver una estrella solitaria, muy brillante que desafiaba con su fulgor la intensidad de luces que surgían de la gran plaza.
Ambientada con música mexicana una parte de la presentación, y en otro momento con fuegos artificiales salidos de atrás de Palacio Nacional, la sucesión de imágenes hechas con luz (o macroproyecciones, como leí por ahí que se llaman) nos asombraron.
Vimos moverse la fachada, venirse hacia nosotros y retirarse, la vimos desvanecerse como quien quita una tela arrancándola y ver aparecer en la parte descubierta otras imágenes igual de grandiosas. Vimos una pirámide, una trajinera deslizarse en un fondo bellísimo azul lleno de peces, vimos el Escudo Nacional, y también vimos calaveras danzarinas, letras deslizándose de derecha a izquierda, de arriba a abajo y viceversa con palabras que han sido significativas en la Historia Nacional. Y vimos personajes de la historia de México a través de los murales de Diego Rivera, (ésos que están en las escaleras de Palacio) y creo, no estoy segura, de los murales de O´Gorman.
Y vimos también las palabras



VIVA MÉXICO


a todo lo largo y ancho del edificio.
Hermosa presentación que te mueve no sólo a disfrutar y maravillarte, sino también a reflexionar.

Estas imágenes no son de lo que vimos. Son de la Catedral de Chihuahua, en un espectáculo del Tricentenario de la Ciudad en 2008. Las tomé del Blog 614blog.blogspot.com y expresan muy cercanamente lo que ví.

martes, 15 de septiembre de 2009

COMO PARTE DE LOS FESTEJOS

No acabo de aprender el manejo de ciertas cosas en el blog (o si lo digo de otra manera: no sé cómo poner un video aquí, sólo pude poner el link).

De todo aquéllo que ví para el post del día de hoy, encontré este link
A mí me gustó.
Te invito a que lo veas.

http://www.youtube.com/watch?v=7G-U82PriO0

lunes, 14 de septiembre de 2009

LAS FIESTAS PATRIAS

Pues no hay de otra: ya estamos aquí listos para festejar el inicio de la Independencia.
La casa ya está arreglada.
Una gran bandera fue desplegada en la azotea de la casa y da a la calle viéndose magnífica en sus colores, (yo pienso eso, a mí la bandera de México me gusta; me gusta el Escudo Nacional y su significado)
Dentro, en la sala y en el comedor ya están los adornos alusivos.
Sólo falta poner un mantel y adornar la mesa con los platos de barro.
Y esperar la cena.
¿Qué habrá...? Pues yo ya pregunté a los de casa qué es lo que quieren. Todos ya opinaron y en la cocina ya se empiezan a acumular aquéllos ingredientes que le darán forma a la cena de mañana.
Aunque hoy y mañana hay que trabajar, ya están parte de los ingredientes...
Desgraciadamente no habrá pozole. No lo sé hacer. ¡Ni modo! Aunque una de mis amigas me invitó a su casa, pero yo ya me negué. Aquí vendrá la familia. Bueno, ¡ya será para después! puesto que le dije que me guardara un poco. Ella sólo sonrió.
He procurado rodearme de este espíritu mexicano para festejar estas fechas y procuraré extender los festejos hasta el día 27, que es la fecha de la Consumación de la Independencia. ¡Qué buen pretexto!
Y también ya está la música.
Y encontré por ahí un libro sólo de poesía mexicana. Algunos poemas, cortos, ya los he leído a los chiquitos de la casa. Y hemos comentado eso. Esa ha sido la parte lenta, pero segura de irnos preparando para la fiesta. Y a ellos se les ha comprado su bandera, sus cornetas y sus tambores y aunque hemos buscado de esos cascos de cartón-piedra que hace muchos muchos años se vendían en los mercados o en los puestos de la calle, no los hemos encontrado. Bueno, ya ni modo.
Pues felicidades a todos aquéllos que me leen y sienten este orgullo de ser mexicanos, no sólo en estos días, sino también en el resto del año. Y que también, trabajan por ello.
¡Viva México!