Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 26 de febrero de 2009

Y PENSÉ EN TI

Querido mío:
Hoy he tenido un día muy pesado, pero he salido avante.
Hoy, también, he tenido que enfrentarme a dos personas con las que generalmente no quiero hablar, pero que por cuestiones de trabajo tengo que buscar.
Hoy, he comido acompañada de una compañera que me cae muy bien. Su plática es amable y sincera. Por lo que la comida resulto un verdadero banquete para el alma.
Hoy no pude ir a arreglarme el pelo, a pesar de tener la cita concertada. Ni modo.
Hoy fueron a saludarme mi querida amiga y su hija. Fue una visita breve que acompañamos de un café tomado de pie. Me alegré de verla llegar y de estar unos minutos con ella.
Y hoy, sin más, viendo el cielo, buscando estrellas que difícilmente se ven en la Ciudad, pensé en ti y te mandé un mensaje a través de esa estrella que acostumbramos ver juntos: te amo, y estoy pensando en ti.



Y ellos
sol, alonso, itaka, jenny, efra
¿en quién pensarían?



jueves, 19 de febrero de 2009

BANAL

Para leer lo que esta semana escribiré sobre el tema dado, tendrás que esperar un momento, pues ahora trabajo en ello.
Pienso que debo publicar algo que sea importante.
Mientras, te invito a que leas lo que otros escriben:
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miércoles, 18 de febrero de 2009

ENCONTRÉ ESTO

DOS ALIENS CON TEMOR A UN FUTURO SIMIESCO


Julio MARTÍNEZ MOLINA(mailto:jmmolina@enet.cu)
(09/02/2009) 2:50 p.m.
El viernes 30 de enero, el diario Granma publicó en Cartas a la dirección la misiva del lector S. Carrillo, en la cual esta persona, con la fluidez propia de un periodista, diseccionó todo lo pernicioso que acompaña desde los planos discursivos y visuales (videoclips y movimientos en escena) a algunos exponentes del reguetón nacional. Exponentes criollos éstos que en no pocas ocasiones se limitan a copiar sin filtro distanciador a sus similares de la región, cuya ejecutoria habitual -lo refería el citado compañero-, prioriza la estimulación a la violencia y la guapería, el machismo, la discriminación absoluta de la mujer, la ostentación banal, y tan falsos cuan retrógrados códigos de virilidad y dominación masculina, entre otros fardos explícitos, nada subliminales.En momentos en que el género -incluyendo lo peor de sí- ya fue santificado por ciertos culturólogos sorprendentes por sus veleidosos cambios de raseros, cuando otros lo santiguan con la eufemística agua bendita de "poesía marginal", o programas televisivos de gran audiencia lo potencian debido a mil y una razones -no todas sabidas por el televidente-, Carrillo habrá lucido como un alien en su diatriba: al vacío para algunos receptores. Pero, tranquilo, Carrillo, no estás solo en el planeta. Tienes un compañero que te respalda en la prensa, aunque su voz poco pueda hacer hoy día como están las cosas. Comparto la intranquilidad ante el futuro estético y conductual de las nuevas generaciones que subyace en cada línea de tu misiva.Involutivo en términos de música, cual advierten los especialistas en la materia dado lo pedestre y primario de sus patrones melódicos, aún lo es más en la expresión de ciertas letras de cuya insolencia ya llueve sobre mojado hablar. No podré entender nunca cómo un tipo lleno de cadenas hasta los tobillos, gesticulando como un simio, soltando ofensas al por mayor y tocándose los testículos puede siquiera pretender que lo que está haciendo se aproxime someramente a algo llamado arte, aunque sí me sea dable asimilar por qué surgen y se desarrollan. Está claro que muchos nuevos creadores se acercan al género por su poderosa irradiación mercantil (de que vende, vende, eso no hay dudas; nada más ver los covers de entradas de ciertas agrupaciones nuestras a sus espectáculos), y engordan rápidos sus bolsillos mientras desperdician un talento que pudieran emplear en otras áreas de la música o incluso dentro de un mismo segmento del reguetón menos ordinario y de mayor calado, de vasos comunicantes con el fundamento social del hip hop, el rap y la salsa.
Como claro está, además, que la expansión de la ordinariez rampante de buena parte de semejantes productos guarda relación directa con el estado de cosas de un planeta que disminuye su potencial intelectivo ante una meteórica andanada de seudocultura y la acción depauperante en el terreno estético de las transnacionales de la industria discográfica. En opinión del escritor cubano Leonardo Padura, "su simplicidad rítmica (y no se me acuse de estar "fuera de onda", léase una partitura del género, si es que existen) y la bastedad y por momentos sordidez de sus textos (tampoco se me puede catalogar de puritano, solo hay que oír el reguetón que habla del culito, ¿de la diabla?) es reflejo de la simplicidad, bastedad y sordidez de los días que corren". En La educación sentimental (El reguetón, el protagonista, el villano), texto publicado en La Ventana y Rebelión, Padura agrega algo básico, donde está el meollo del temor aquí ventilado: "Lo que me duele de las letras del reguetón no es tanto lo que provocan ahora entre sus consumidores, sino y sobre todo lo que dejarán en ellos como sedimento cultural, sensorial, afectivo, como sustancia para la evocación cuando los tiempos de hoy ya sean los de ayer".
El articulista culmina el texto con estas palabras: "(.) No me queda más remedio, entonces, que sentir un poco de pena por la generación del reguetón, con acceso a tanta información, incluida la cultural, pero que está creando sus futuras nostalgias con las canciones de Daddy Yankee y Don Omar, con el baile del perreo y los videoclips de Shakira, y que nunca entenderán del todo que el mundo alguna vez se dividió entre los fans de Lennon y los de McCarthy, que un poeta de la generación del 98 español escribió las mejores letras de canciones que jamás escuchamos y que unos locos en Nueva York se impusieron hacer salsa con conciencia para buscar América y lograron que otro loco en Santo Domingo se pusiera a clamar, a ritmo de merengue, para que lloviera café".En reciente entrevista, ese loco, Juan Luis Guerra, instó a los reguetoneros dominicanos "a tener cuidado con lo que decimos. Las canciones son legados y quedan". Dicha entrevista suscitó un debate en torno al género, en el cual uno de los ponentes expresó que los jóvenes reguetoneros y sus expresiones de violencia callejera "son el resultado de la sociedad que les tocó vivir, carente más que de oportunidades y recursos económicos, de orientación y guía". Sociedad que no me parece se asemeje demasiado a la nuestra, por mucho que algunos se empeñen en demostrarlo por diversas vías "artísticas". Quizá me equivoque, pero muy humildemente me parece que se nos está yendo la mano con un acentuado desmedido del asunto. La Habana, por suerte, no es un gueto angelino, ni Río, ni Tegucigalpa, por mal que a alguien le duela.
Hay que pensar cuando se reflexiona sobre estos asuntos en las palabras del líder de Buena Fe, en su entrevista para Juventud Rebelde el pasado 18 de enero, cuando se refería a "la irresponsabilidad que hace el juego a la política de empobrecer a Cuba, de lastimarla, de traicionar a los muchos cubanos que se quemaron y se queman como carbón, casi hasta hacerse cenizas, para hacer de este un país, una isla de gente digna y capaz". Mira, Carrillo, te digo algo, olvídate del título de este comentario. Somos mucho más que dos. Esperanza y fe; las eras pasan. El propio arte, el propio juicio y discernimiento humano mandarán para su sitio a lo que no lo tiene. Mientras tanto, eso sí, preparémonos para soportar en breve la cosecha de esta mala siembra.

Aquí lo leí: http://www.5septiembre.cu/opinion314.html#Arriba

sábado, 14 de febrero de 2009

14 DE FEBRERO


1781. Nace en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, Valentín Gómez Farías, quien se distinguirá más tarde como luchador ferviente por la independencia de México. A él se deberá la promoción de las Leyes de Reforma y la fundación de la actual Escuela de Medicina. Le tocará suprimir la Universidad Pontificia y creará la Dirección General de Instrucción Pública. Será Presidente de la República durante cinco ocasiones. Ha de morir en la ciudad de México, el 5 de julio de 1858.


1817. Sitio de Jaleaca. En esta fecha es probable que se haya escrito la gesta heróica de doña Antonia Nava de Catalán en la sierra de Tlacotepec.



1831. Traicionado el general Vicente Guerrero Saldaña, en el puerto de Acapulco, por el marino italiano Francisco Picaluga, es fusilado en Cuilapan, Oaxaca, por órdenes del presidente Anastasio Bustamante. Don Vicente Guerrero nació el 9 de agosto de 1782, en la población de Tixtla (del Estado que hoy lleva su apellido).








1881. El profesor Carlos A. Carrillo, funda en Coatepec, Veracruz, el Instituto Froebel, de marcada tendencia reformadora de la enseñanza, ya que él decía: "No, yo no comprendo al niño convertido en máquina para repetir pensamíentos ajenos, siquiera sean los más brillantes de los más insignes pensadores; el niño quiere decir alma, inteligencia, corazón y vida, vida que aspira a la luz de la verdad, como la planta a la del sol. Educar al niño no es embodegar en su cabeza frases que otro elaboró, y que para él carecen de sentido; no es vaciar en su memoria libros; es enseñarle a pensar por sí mismo, a díscurrir él mismo, a expresar su pensamiento con palabras buscadas y combinadas por él mismo también, es, en suma, ejercitar todas las fuerzas de su espíritu, darle impulso para que recorra su camino, prestar alas a su actividad para que tienda el vuelo al cielo luminoso de la verdad para la que ha nacido".



1911. Después de huir a EUA, en octubre de 1910, don Francisco I. Madero regresa al país y entra por el vado de San Agustín, al sur de Ciudad Juárez. Lo siguen varios simpatizantes quienes de inmediato se incorporarán a la Revolución.



1922. Se institucionaliza en México la "Fiesta del Árbol", ante "la preocupación de las autoridades por forestar la ciudad de México en general y en particular el Bosque de Chapultepec... y con esto ayudar a la purificación que aportan al aire (los árboles)... cuanto por el dique que oponen al polvo nocivo y propagador de epidemiasque con frecuencia asuelan la metrópoli (por lo que) hay que procurar la plantación de ellos en todos los barrios de ella."(1)




1927. Muere en Guadalajara, Jalisco, donde naciera, don Mariano Coronado, distinguido Jurisconsulto, catedrático, poeta, periodista, político y escritor. Abogado que se agrupó en las filas del lerdismo contra el general Porfirio Díaz. Fue profesor de la Escuela de Jurisprudencia de Jalisco y fue autor de un Derecho constitucional mexicano.


1967. Se firma en las instalaciones de la cancillería mexicana, antiguamente en el barrio de Tlatelolco, el "Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe" también conocido como Tratado de Tlatelolco






1) Tomado de: "La Ciudad de México a través de la Compañìa Industrial Fotográfica", pag. 26

jueves, 12 de febrero de 2009

IMPOSTOR

Si un Impostor
es aquél que finge o engaña,
es el que nunca ha estado en los lugares en que dice haber estado,
que atribuye falsamente algo a alguien,
es un suplantador o sea, que se hace pasar por quien no es,
pues conozco a varios en la vida pública de México y del mundo.
"Personajes" que a través de sus acciones demuestran a diario que no merecen estar en el lugar en que se les ha puesto ya sea por elección, por necesidad, por decisión.
La política nos provee de muchos. En México se les llama trapecistas. Son aquéllos que ejerciendo un cargo público por elección o por dedazo, renuncian o piden licencia al cargo y se van a buscar otro puesto. ¿O será esto buscar chamba cuando sabes que se acaba la que ahora tienes? ¿Ellos argumentarán esto, y más en época de crisis, en que no te puedes quedar sin trabajo?
Los deportes, y aquí incluyo al bien amado futbol, está lleno de ellos. Les llaman deportistas, técnicos o equipos de apoyo. Cobran bien, ¡muy bien! y se quejan de ser incomprendidos. Y en el atletismo, la gimnasia, el ciclismo, y muchos etcéteras: despotrican con cuanta autoridad se les pone enfrente argumentando falta de apoyo cuando fracasan y no demuestran su valía. Denuncian, retan, se enfrascan en discusiones bizantinas para luego aparecer como chivos expiatorios de un sistema que les exige cuentas.
¿Los artistas de televisión, cine y demás estarán exentos de esto? No creo... Por algo le llaman el espectáculo. ¿Para eso les pagan? ¿Para eso cobran?
El comercio establecido y el ambulantaje, nuestras autoridades locales y municipales, algunos maestros y alumnos, algunos ministros de cualquiera de los cultos, cuántos compañeros de trabajo, alguien de nuestra familia.
La lista es larga.
Supongo que todos conocemos a un Impostor junto a nosotros. Tiene nombre y apellido.
Las preguntas aquí serían:
¿qué hacer?
¿cómo no caer en su juego?
¿cómo no ser uno mismo un impostor frente a sí mismo y a los demás?



Otros frente al mismo tema:
http://www.alonso6665.blogspot.com/
http://www.itaka-666.blogspot.com/
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http://www.namabaga.blogspot.com/
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jueves, 5 de febrero de 2009

EL PRIMO* DE UN AMIGO

Don Casimiro Buenrostro y Velázquez, Marqués del Álamo, se acomodó sus lentes.
Retomó la novela por entregas que venía leyendo y después de un rato, apagó la lámpara de bujía que tenía sobre una mesita junto al sillón en el que acostumbraba sentarse en su despacho.
Suspiró profunto y miró su reloj: las ocho de la noche.
Se estiró a tomar su bastón de ébano, aquél que tenía la empuñadura de plata semejando la cabeza de un caballo. Hizo un gran esfuerzo y se paró.
El anciano caminó lentamente hacia la puerta de su despacho. Sabía que en cualquier momento tocarían la puerta y su buen amigo, Don Augusto Hernández de León-Peña, aparecería.
Y no se equivocó.
Oyó la campanilla, unos pasos, unas voces y en pocos momentos, apareció la figura de su amigo.
Tan viejo como él, Don Augusto no perdía ni el porte ni la gallardía que lo habían hecho en su juventud el preferido de las damas con que acostumbraban tratar el grupo de amigos del cual sólo quedaba ellos dos.
Se vieron y se abrazaron con efusión, sonriendo.
Don Casimiro invitó a pasar a su amigo, ahora con un semblante triste. Era obvio, su congoja se veía en el rostro.
─ Pasa, hombre. ¿Te sirvo un brandy?
─ No. No tengo ya ganas ni de eso. Además, las últimas recomendaciones del médico me han hecho retirarme de ese gusto. Lo único que me falta es que me quite el café y el fumarme un buen habano después de la comida. ¡Ja, ja, ja!
─ Oye, no le hagas caso. Tómate un brandy. Yo no te voy a delatar; o ¿quieres un jerez? me lo acaban de traer, uno de mis hijos, y la verdad, está muy bueno.
─ No, deveras. Más bien quisiera que habláramos del asunto que me trae a ti. Del asunto sobre el que te vengo a molestar.
Don Casimiro no hizo caso a su amigo y tomando la licorera sirvió dos copas del buen brandy que acostumbraba tomar. Una, la ofreció a su amigo, quien la tomó sin muchas ganas; la otra la tomó él e invitó a sentarse al amigo. Ambos paladearon por un momento, en silencio, la bebida y luego empezaron a hablar.
Mientras, ya una de las sirvientas había acercado un pequeño carrito con algunas ligeras viandas y una bandeja con el servicio del café, dejando todo al lado para que ambos se sirvieran a su gusto. La muchacha se retiró haciendo una leve reverencia y muy silenciosamente salió.
─ Estoy muy urgido de dinero y tú lo sabes─ dijo Don Augusto a su amigo, rompiendo el silencio que ya se hacía pesado entre ambos.
─ Sí, y la verdad no sé cómo ayudarte. Desde que me mandaste el recado con un propio he pensado en la manera de proveer la cantidad que necesitas. Yo no la tengo, lo sabes bien. Ser quien soy ya no reditúa monetariamente. Al contrario, me ha desgastado de gran manera. Aparte, la situación del país no es muy buena. Tantos disturbios, tantos inconformes...
─ Tienes razón.
─ ¿Qué puedo hacer por ti, buen amigo? Quiero serte de utilidad y no encuentro la manera.
─ A decir verdad, ni siquiera yo sé cómo me puedes ayudar. La enfermedad de mi amada Remedios ha obnubilado mis pensamientos. No puedo razonar coherentemente. Son muchos los gastos, son muchos...
─ Tienes razón. Y los médicos sin saber qué hacer a ciencia cierta. Ésa enfermedad...
─ ¿Qué puedo hacer por ti, amigo? ¿Cómo te puedo ayudar?
─ Lo he pensado. Mira, la única manera de salir adelante, pagar el tratamiento, e incluso mudarnos buscando los mejores médicos es consiguiendo dinero a partir de la venta de dos las fincas: la de Toledo y la de Alcalá de Henares.
─ ¡Pero si una es la herencia de tu familia, y la otra es la dote de tu esposa y por tanto, el futuro de tu hija!
─ Sí, lo sé. Ya lo hemos hablado. Mi hija está de acuerdo en no reclamar su herencia y es la más interesada en vender. ¿Sabes de alguien que quiera comprar?
─ Sí, hay dos interesados. Desde siempre lo he sabido. Más de la finca de Toledo. Pero, son unos palurdos abusivos. ¡Esos nuevos ricos que han hecho su fortuna de explotar sus plantaciones en África...!
─ Pues ponme en contacto con alguno. Tengo que vender
─ Déjame pensar... ¿quién más? Lo malo es que vendes no sólo la propiedad, sino lo que hay en ella ¿verdad?: los muebles, las vajillas, los cuadros...
─ Sí. De esa manera obtengo más.
─ Es que no me gustaría que ellos te compraran. ¡Todo el arte se perdería! ¡Toda tu historia se diluiría!
─ Sí, pero eso ahora no importa ¿Me podrías poner en contacto con esas personas?
Ansiosamente Don Augusto miraba a su amigo quien, caminaba lentamente por su despacho, pensando, pensando y tomando ahora, unos sorbos de su café. De pronto el hombre volteó vió al amigo y le dijo
─ ¡Ya sé! Te voy a poner en contacto con el primo de un amigo. Él es quien te puede sacar del apuro. Ahora mismo escribo una nota explicándole tu caso. Te la doy para que se la lleves. Sé que él te ayudará. Lo sé...
Rápidamente se sentó ante su escritorio y tomando papel y pluma hizo lo ofrecido. Pasó el secante por la tinta aún fresca y cuidadosamente dobló el papel. Tomó su lacre y lo cerró. Lo entregó a Don Augusto y le dijo que fuera a la dirección ahí anotada y le dijera a quien abriera que iba de su parte. Don Casimiro se ofreció además a mandar a primera hora un recado con uno de sus criados para avisarle a su amigo que Don Augusto iría a ver a su Primo y que le previniera de esta visita. Todo esto lo hacía para que el hombre en cuestión lo recibiera y lo atendiera con prontitud.
Don Augusto agradeció el favor y sólo antes de retirarse preguntó
─ Oye, ¿y quién es tu amigo? ¿por qué no lo voy a ver a él y que me remita con su primo? ¿Por qué he de ir a ver al primo de tu amigo y no a tu amigo?
─ Porque mi amigo no te recibiría. Está muy ocupado. Bueno, si yo se lo pido, te recibiría, pero es mejor no molestarlo, por eso le mando un recado para que su primo te reciba sin dilación.
─ Perdona que insista, pero ¿quien es tu amigo?
─ Mi amigo es Don Alfonso de Borbón, Rey de España.


Otros "primos de amigos":
Efra , Nama , Itaka , Alonso , Gitana



1) Alfonso XIII de Borbón (de nacimiento Alfonso León Fernando María Jaime Isidro Pascual Antonio de Borbón y Austria-Lorena; (Madrid, 17 de mayo de 1886Roma, 28 de febrero de 1941) fue rey de España desde su nacimiento hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder a los 16 años de edad, en 1902. Durante su reinado, la España aturdida por el Desastre del 98 experimentó un inmenso progreso económico, social y cultural.
* Carlos V inventó la fórmula de "Grandeza de España" para distinguir y apadrinar a una serie de nobles. Este título convertía a su propietario en primo del rey, una dignidad que va aparejada al nombramiento y que puede o no conceder el monarca.

martes, 3 de febrero de 2009

RELATO ZEN

Dos monjes observan una bandera ondear en el viento.
Uno dice: «La bandera está ondeando» y el otro afirma: «No, el viento se está moviendo».
Su maestro se acerca y uno le pregunta: «¿Quién tiene razón? Yo digo que la bandera se está moviendo; él dice que es el viento el que se mueve».
El maestro contesta: «Ambos están equivocados. Sólo la conciencia se está moviendo; cuando la conciencia se mueve, crea el mundo con su imaginación».

Tomado de: Deepak Chopra: Sincrodestino; pag. 12

lunes, 2 de febrero de 2009

EL SUEÑO MÁS DEBRAYADO

─ ¡Marisol!, ¡Marisol! Despierta... ¿qué te pasa?
Yo la sacudía por los hombros y ella, dando un leve salto, abrió los ojos y se me quedó mirando fijamente. No hablaba. Sólo me miraba fijamente. Así permaneció por varios segundos que a mi me parecieron muchos minutos.
─ ¿Qué pasó...?, me dijo después de un momento.
─ Eso es lo que yo te pregunto ¿qué pasó?
─ ¿Qué pasó de qué?
─ Pues estabas durmiendo, y de pronto te empezaste a agitar, intentabas gritar y no podías, o al menos eso parecía, y manoteabas.
─ ¿Yo hice todo eso?
─ Sí. Por eso te desperté. ¿Qué estabas soñando?
─ Pues... a ver, déjame recordar... ¿qué estaba yo soñando? Mmhh...
Ella se levantó de la cama. Se puso sus zapatillas y empezó a caminar alrededor del cuarto, intentando recordar el sueño. Yo la veía solamente dar vueltas, ahora. Y ví que sonrió de pronto.

─ ¡¿Ya te acordaste?!
Siguió sonriendo y de pronto, soltó una carcajada.
─ ¡Es que no puede ser! ¿Dices que me agitaba yo toda, que gritaba, o al menos parecía que lo hacía?
─ Sí.
─ ¿Y que hacía yo las manos para un lado y para otro?
─ Sí.
─ Pues ¡claro! Ya sé por qué hacía yo todo eso. ¡Qué locura! Verdaderamente sí que uno se proyecta en el sueño ¡Qué locura!
─ Pues ¿qué soñabas? ¿Soñaste que te secuestraban? ¿o que te violaban? ¿o que luchabas por tu vida huyendo de algunos perseguidores a través de la maleza? ¿o que huías a través de un túnel de aquéllos que te querían hacer mal? ¿o que acaso caías de una gran altura? ¿o que intentabas salvar a alguien de un secuestro, o algo así...?
Marisol se me quedó ahora mirando, abriendo sus preciosos ojos cada vez más. Asombrándose, de hecho, de cada una de las cosas que yo le decía.
─ No. Nada de eso.
─ ¿Entonces...?
─ Pues toda esa agitación que viste, realmente la sentí. Pero no fue porque hubiera yo soñado con algo como lo que tú me dices, o semejante. Fue porque...
─ ¿¡...qué!?
─ Porque soñé que alguien tocaba el timbre de la puerta. Yo me levantaba a abrir y cuando veía quien estaba ahí ¡veía al cartero!
─ ¿y...?
─ Sólo extendió la mano para entregarme un sobre: el del banco donde me cobran mis cargos de este mes por el uso de la tarjeta de crédito.