Dubito, ergo cogito, ergo sum
Descartes






jueves, 25 de octubre de 2007

THE NEW NECKLACE

Hoy te pido que veas este cuadro en forma detenida. Pon atención a lo que la mujer a la izquierda, la que está sentada de manera displicente hace. Mira lo que la de la derecha, la del vestido verde, hace. Observa sus actitudes. Ve también cómo están vestidas e imagina...
Porque lo que te voy a contar tiene mucho de cierto:



La mujer de la derecha es Lady Chaterley, la de la izquierda es Lady Carnavon. Ambas mujeres burguesas en una Inglaterra que a finales del siglo XIX vivía prósperamente. Una Inglaterra que era dueña de los territorios y mares de gran parte del mundo, que exportaba mercancías, ideas y formas de vivir, al menos a toda Europa y gran parte de Asia y África. Estas mujeres representan esa prosperidad no sólo en su ropa, sino también en el mobiliario y hasta en sus rostros. Y ambas mujeres nos cuentan a través de este cuadro, su momento: el nuevo lazo que hay que ponerse en el cuello, la nueva gargantilla.
Está hecha ésta con un fino listón de seda traído de el Oriente lejano. Ahí el joyero ensartó artísticamente un broche que podía utilizarse también como prendedor o como peineta en el pelo. El broche, en forma de loto, pequeño, como de unas 3 pulgadas de alto, es de amatistas y, en el centro tiene una perla negra traída de una excavación en Egipto (tomada subrepticiamente de la tumba de una reina de la XI Dinastía, de entre la cantidad incontable de ofrendas que tenía), y que Lord Carnavon pudo sustraer y llevar a Inglaterra metida en su bolsa de tabaco cuando regresó de su última excavación en el Valle de los Reyes.
Pues Lady Carnavon está recibiendo la joya recién montada, recién traída por el joyero. Pero tal pareciera que no le importara tenerla. ¿Te das cuenta cómo la recibe? Fíjate en su rostro.
Pues te platicaré el por qué de esta actitud: Lady Carnavon se enteró hace un par de noches que su esposo, Lord Carnavon, la engaña. De hecho no es la primera vez que lo hace. Pero ella está harta. Porque también cada vez que ella descubre el engaño, a los pocos días llega una alhaja magnífica a sus manos. Ella está harta, ahora más que nunca porque, aparte, está esperando otro hijo y ya no está dispuesta a seguir con estos engaños. Es más, pensaba ya en demandar a Lord Carnavon y pedir el divorcio, pero al enterarse del embarazo, su madre le aconsejó que no lo hiciera. Su padre fue del mismo parecer.
¿Y por qué hasta ahora Lady Carnavon quiere demandar el divorcio? ¿Por qué no lo hizo al primer engaño? ¿o en los siguientes? ¿por las alhajas? ¡No! Ella viene de una familia de banqueros, muy ricos, que tienen fortuna no sólo en Londres, sino también en la India y algunas posesiones en América.
¿Entonces?
Pues Lady Carnavon hoy se ha enterado con quién la engaña su esposo. Y no está dispuesta a tolerar más.
¿Sabes con quién?
Lord Carnavon la engaña con James, el mayordomo.

Lee lo que otros escriben con el mismo título:
www.iltxem.blogspot.com (nuevo)
www.lunamujer.blogspot.com
www.namabaga.blogspot.com
www.elclarodelaluna.blogspot.com
www.deliriosdeorizschna.blogspot.com
www.radio-dave.blogspot.com
www.letras-rotas.blogspot.com
www.alonso6665.blogspot.com
www.anetauchita.blogspot.com
www.tugitana.blogspot.com
www.itaka666.blogspot.com





martes, 23 de octubre de 2007

NADA

¿Alguna vez has pensado en el principio?
Te preguntas, ¿qué es eso?
Tú sabes: lo que sea que apareció primero. O lo que sea que estaba aquí primero, en el primer momento del tiempo.
¿Alguna vez te has exprimido el cerebro pensando en eso?
Espera un minuto, dices, ¿acaso no es posible que en el principio no había nada? ¿Acaso no es posible que hace millones y millones de años no había nada en absoluto?
Esa, sin duda, es una teoría a considerar. Así que considerémosla, pero primero por medio de una analogía.
Digamos que tienes un cuarto muy grande. Está completamente cubierto y es del tamaño de un campo de fútbol. Está cerrado permanentemente, no tiene puertas ni ventanas y no hay hoyos en sus paredes.
Adentro del cuarto hay... nada. No hay absolutamente nada. Ni una partícula de nada. Nada de aire. Nada de polvo. Nada de luz. Es un cuarto sellado y completamente oscuro por dentro. Luego, ¿qué pasa?
Bueno, digamos que tu meta es introducir algo - cualquier cosa - adentro del cuarto. Pero las reglas son: No puedes usar nada que esté afuera del cuarto para lograrlo. Entonces, ¿qué haces?
Bueno, tú piensas:" ¿qué tal si trato de crear una chispa adentro del cuarto?" Entonces el cuarto tendría luz, aunque fuera por un momento. Eso calificaría como algo. Sí, pero tú estas afuera del cuarto. Así que eso no está permitido.
Pero, tú dices: "¿qué tal si pudiera teletransportar algo adentro del cuarto, como en Star Trek?" Otra vez, eso no está permitido porque estarías usando cosas que están afuera del cuarto.
Aquí está el dilema otra vez: tienes que meter algo al cuarto usando sólo lo que está adentro del cuarto. Y en este caso, no hay nada adentro del cuarto.
Bueno, tú dices: "quizás una pequeña partícula de algo aparecerá en el cuarto si se le da el tiempo suficiente."
Hay tres problemas con esta teoría:
1o. , el tiempo por si solo no hace nada. Las cosas ocurren a través del tiempo, pero no es el tiempo lo que las hace ocurrir. Por ejemplo, si tú esperas 15 minutos para que se horneen unas galletas, lo que las hornea no son los 15 minutos sino el calor en el horno. Si tú las dejas en una mesa por 15 minutos no se van a hornear. En nuestra analogía, tenemos un cuarto completamente sellado sin nada adentro. El hecho de simplemente esperar 15 minutos no va a cambiar la situación. Bueno, dices tú, ¿qué tal si esperamos varios siglos? Varios siglos son simplemente un montón de segmentos de 15 minutos juntos. ¿Si tú esperaras varios siglos con tus galletas en la mesa, varios siglos las hornearían?
2o., ¿Por qué habría de "aparecer" algo adentro del cuarto vacío? Necesitaría una razón que justificara su existencia. Pero no hay nada en absoluto adentro del cuarto. No habría nada adentro del cuarto que ocasionará que algo apareciera (además, la razón debe venir de adentro del cuarto.) Bueno, dices tú, ¿qué tal una muy pequeña partícula de algo? ¿No tendría eso una mayor probabilidad de materializarse adentro del cuarto que algo más grande como, por ejemplo, una pelota de fútbol? Eso nos lleva a lo
3o., tamaño. Como el tiempo, el tamaño es abstracto. Es relativo. Supongamos que tienes tres pelotas de béisbol. Todas de diferente tamaño. Una mide cuatro metros de ancho, otra 2 metros de ancho y otra es de tamaño normal. ¿Cuál de todas es más probable que se materialice adentro del cuarto? ¿La pelota de béisbol de tamaño normal? ¡No! Todas tienen la misma probabilidad de materializarse. El tamaño no importaría. No se trata del tamaño. Se trata de ver si cualquier pelota de béisbol de cualquier tamaño puede o no simplemente "aparecer" adentro de nuestro cuarto vacío y sellado. Si piensas que la pelota de béisbol más chica no puede simplemente aparecer adentro del cuarto, sin importar cuánto tiempo pase. Entonces debes concluir lo mismo para un átomo. No se trata del tamaño. ¡La probabilidad de que se materialice una pequeña partícula sin una causa y de que se materialice un refrigerador sin una causa es la misma!
Ahora vamos a extender más nuestra analogía. Vamos a tomar nuestro cuarto grande y oscuro, y le vamos a quitar sus paredes. Luego vamos a extender el cuarto infinitamente en todas direcciones. Ahora no hay nada afuera del cuarto porque el cuarto es todo lo que hay. Punto.
Este cuarto oscuro e infinito no tiene luz, ni polvo, ni partículas de ningún tipo, ni aire, ni elementos, ni moléculas. Es totalmente nada. De hecho, lo podemos nombrar Absolutamente Nada.
Así que aquí está la pregunta: Si originalmente - hace millones y millones de años - había Absolutamente Nada, ¿Acaso no habría Absolutamente Nada ahora también?
Sí.
Pues algo - no importa lo pequeño que sea - no puede venir de Absolutamente Nada. Todavía tendríamos Absolutamente Nada.
¿Qué nos dice eso? Que Absolutamente Nada nunca existió. ¿Por qué? ¡Porque si Absolutamente Nada existió, todavía habría Absolutamente Nada! Si alguna vez existió Absolutamente Nada, no hubiera habido nada aparte que causara la existencia de algo.
De nuevo, si alguna vez existió Absolutamente Nada, todavía habría Absolutamente Nada.
Sin embargo, algo existe.
De hecho, muchas cosas existen. Tú, por ejemplo, eres algo que existe, un algo muy importante. Entonces, tú eres prueba de que Absolutamente Nada nunca existió.
Ahora, si Absolutamente Nada no existió, eso significa que siempre hubo un tiempo donde por lo menos Algo existió. ¿Qué existió?
¿Fue una cosa o muchas cosas? ¿Fue un átomo? ¿Una partícula? ¿Una molécula? ¿Una pelota de fútbol? ¿Una pelota de béisbol mutante? ¿Un refrigerador? ¿Algunas galletas?

Tomado de: cada estudiante.com

domingo, 21 de octubre de 2007

MANOS





“Y agravándose las calenturas...mi madre, ausente, rogaba por mí”
(San Agustín, "Confesiones")

jueves, 18 de octubre de 2007

MUERTE


ALGO SOBRE LA MUERTE DEL MAYOR SABINES
1973
(fragmento)

SEGUNDA PARTE
I
Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos,
poco a poco te acabas.
Yo te he ido mirando a través de las noches
por encima del mármol, en tu pequeña casa.
Un día ya sin ojos, sin nariz, sin orejas,
otro día sin garganta,
la piel sobre tu frente agrietándose, hundiéndose,
tronchando obscuramente el trigal de tus canas.
Todo tú sumergido en humedad y gases
haciendo tus desechos, tu desorden, tu alma,
cada vez más igual tu carne que tu traje,
más madera tus huesos y más huesos las tablas.
.................
IV
Un año o dos o tres,
te da lo mismo.
¿Cuál reloj en la muerte?, ¿qué campana
incesante, silenciosa, llama y llama?
¿qué subterránea voz no pronunciada?
¿qué grito hundido, hundiéndose, infinito
de los dientes atrás, en la garganta
aérea, flotante, pare escamas?

¿Para esto vivir? ¿para sentir prestados
los brazos y las piernas y la cara,
arrendados al hoyo, entretenidos
los jugos en la cáscara?
¿para exprimir los ojos noche
a noche en el temblor obscuro de la cama,
remolino de quietas transparencias,
descendimiento de la náusea?

¿Para esto morir?
¿para inventar el alma,
el vestido de Dios, la eternidad, el agua
del aguacero de la muerte, la esperanza?
¿morir para pescar?
¿para atrapar con su red a la araña?
Estás sobre la playa de algodones
y tu marca de sombras sube y baja.

Jaime Sabines
Otros escriben sobre el mismo tema:
www.lunamujer.blogspot.com

martes, 16 de octubre de 2007

DARÍO Y ALEJANDRO

Al regresar Alejandro Magno de Armenia, levantó su tienda de campaña a orillas del río Astukhus, amenazando aún las posiciones de Darío. Y éste le escribió directamente, como sigue:

DE DARÍO A ALEJANDRO
DESDE LA CAPITAL de los Reyes del Mundo:
Mientras el sol brille sobre la cabeza de Iskander (Alejandro), el ladrón, sepa éste que el Rey del Cielo me ha otorgado el dominio de la tierra y que el Todopoderoso me ha concedido la superficie de las cuatro regiones. La Providencia me ha distinguido asimismo pro
minentemente con la gloria, la exaltación, la majestad y multitudes de fieles campeones y vasallos.
Nos ha llegado la nueva de que has reunido a tu alrededor un número de ladrones y réprobos, cuya multitud ha exaltado a tal punto tu imaginación que te propones, con su cooperación, procurarte la corona y el trono, asolar nuestro reino y destruir nuestras tierras y pueblo.
Resoluciones tan drásticas están perfectamente de acuerdo con la infatuación de los hombres de Room (Roma, es decir, Europa). Te conviene ahora, al leer el contenido de esta epístola, regresar de inmediato al lugar del que partiste. En cuanto al criminal movimiento que has originado, no te alarmen nuestra majestad y severidad, puesto que todavía no figuras entre aquellos que merecen nuestra venganza y castigo. ¡Observa! Te envío un cofre lleno de oro y un asno cargado de sésamo, para darte con ambos una idea de la inmensidad de mis riquezas y poder.
Te mando también un flagelo y una pelota: esta última para que puedas divertirte con un entretenimiento adecuado a tu edad; el primero, para que te sirva de castigo.

Al recibir esta carta, Alejandro ordenó que fuesen capturados y muertos los embajadores que la habían llevado, pero los aterrados cortesanos imploraron su clemencia. Alejandro cedió finalmente y envió su respuesta a Darío.

lunes, 15 de octubre de 2007

BLOG UNITE: MEDIO AMBIENTE

¡PRACTIQUEMOS EL ECOLOGISMO!

Practicar el ecologismo en nuestra vida diaria es FÁCIL. Y no hace falta volver a las cavernas, como algunos pudieran apuntar. Sólo necesitamos un poco de sentido común.

I. AGUA
1. Ser conscientes de nuestro consumo de agua viendo lo que gastamos a través del medidor
2. Usar la regadera, al bañarnos, sólo de cinco a diez minutos máximo
3. Reparar las llaves que gotean o cisternas que no cierran bien. Una gota por segundo se convierte en 30 litros al día
4. Reducir el consumo de agua en excusados. Si no tenemos un tanque de 6 litros o menos, introducir dentro de éste un par de ladrillos o botellas de plástico rellenas de arena
5. Usar la lavadora o lavavajillas solamente cuando estén realmente llenas. Prescindir del prelavado y dar preferencia a los ciclos cortos
6. Cerrar la llave del lavabo mientras nos lavamos los dientes. O mejor, usar un solo vaso de agua
7. Lavar las verduras o frutas en un escurridor colocado encima de una olla y usar esta agua para regar las plantas
8. Si se puede, instalar un depósito bajo techo para recoger el agua de lluvia. Esta agua sirve para regar el jardín, trapear el piso (luego de asentada), limpiar los vidrios, enjuagar algunos trapos de limpieza, por ejemplo.

II. AIRE
1. Dejar de usar sprays que contengan clorofluorocarbonos (CFC) y desconfiar de cualquier producto en esta presentación (aunque digan que no lo contienen)
2. Si se compra un refrigerador o congelador, preferir las marcas que anuncian la reducción del CFC
3. No quemar rastrojo, hojas secas, ni mucho menos plásticos o llantas. Todo lo que arde aumenta el dióxido de carbono
4. Cualquier planta, incluso la más pequeña, es beneficiosa para el medio ambiente ya que reduce la contaminación del aire y mejora visualmente el entorno. Conviene observar primero las horas de sombra y sol, de viento y lluvia para poner la mejor planta en cada caso
5. Intentar convertir la azotea en verdadero vergel sembrando en macetas. Cuidar el peso de lo sembrado
6. Sembrar hierbas de olor en la cocina. No sólo refrescan el lugar y lo hacen verse bien, sino también sirven para cocinar
7. Erigirse en protector declarado de los árboles. Pedir su poda, no su tala. Participar en las iniciativas gubernamentales para su plantación

III. LIMPIEZA
1. Para la limpieza de casa sólo basta jabón puro, polvo abrasivo, lavatrastes líquido y agua. En algunos casos, se puede añadir vinagre.
2. Los pisos se pueden limpiar únicamente con agua y unas pocas gotas de lavatrastes
3. Las superficies de plástico, loza, azulejo quedan bien sólo con agua y jabón
4. Los objetos de cerámica y cristal se limpian simplemente con agua caliente
5. Los inodoros se limpian solamente con un cepillo y polvos abrasivos
6. No tirar a la taza del inodoro tampones, toallas sanitarias, colillas u otros objetos. Aparte de que pueden provocar que la cañería se tape, son difíciles de eliminar en la central depuradora
7. El horno se puede limpiar con una solución de bicarbonato de sodio
8. Usar detergentes sin fosfatos o mejor, los que venden los herbolarios
9. Prescindir del suavizante para ropa. La ropa que se seca al aire no lo necesita

IV. ENERGÍA
1. Conocer lo que consume de electricidad cada electrodoméstico; fijar un cartelito en cada aparato
2. Utilizar en la medida de lo posible los electrodomésticos fuera de sus horas pico, lo que evitará la necesidad de instalar una nueva central
3. No meter alimentos calientes al refrigerador o congelador. No abrir éstos tan seguido.
4. Si es necesario descongelar, hacerlo cuando la escarcha tenga, máximo, 1.5 cms. de espesor
5. Colocar el refrigerador lejos de cualquier fuente de calor
6. Usar ollas de presión y cacerolas con tapa al cocinar. Apagar las hornillas 10 mins. antes de terminar la cocción; el contenido sigue cocinándose
7. Cocer los alimentos en poca agua
8. No precalentar el horno, aún cuando la receta lo pida
9. Reducir el consumo de agua caliente
10. Preferir cocinas y calentadores de gas, los eléctricos gastan más energía
11. Apagar las luces al salir de cada habitación. Utilizar focos ahorradores
12. No dejar la televisión prendida si no la estamos viendo; el radio sonando si no lo estamos oyendo
13. Buscar y procurar instalar placas solares para calefacción y agua caliente en casas unifamiliares; esto ya es rentable en muchos puntos

V. BASURA
1. Ir a la compra con bolsas propias y rechazar las de plástico; éstas últimas reutilizarlas como bolsas de basura. Si se hace una compra grande en el super y se va en coche, pedir cajas de cartón
2. No comprar bebidas enlatadas o en botellas de plástico que hemos de tirar. Dar preferencia a los envases retornables (de vidrio o plástico) y a los cartones tipo tetrapak
3. Comprar la mayor cantidad posible de productos a granel (sueltos). Ninguno de los productos que ingerimos tienen que ir en bandejas de poliuretano o unisel
4. Preferir papel sanitario, servilletas y servitoallas de color blanco, sin colores o dibujos ya que en las plantas de tratamiento se gastan mayor cantidad de químicos para lavarlos.
5. Preferir siempre papel reciclado, aún en libros, papel de escribir y de computadora
6. Reparar en vez de tirar. Es más económico y ahorra recursos naturales
7. Reciclar todo el material posible. Lo ideal es disponer de cuatro botes de basura: uno para desechos reciclables (vidrio, papel, metal limpios); el segundo es para residuos no reciclables (plásticos, tetrapak); el tercero es para desechos orgánicos (cáscaras de verduras, de frutas, restos de comida, semillas, hojas de plantas o flores secas): el cuarto se reserva a la basura especial (pilas, medicamentos, termómetros de mercurio, pinturas, barnices, disolventes, restos de insecticidas y demás sustancias químicas). Si esto no es posible, utilizar al menos dos botes de basura: uno para basura orgánica y otro para basura inorgánica

VI. AUTOMÓVIL
1. Hacer varios de nuestros recorridos a pie o en transporte colectivo. El mejor automóvil es el que permanece estacionado
2. Al cambiar el aceite del coche, pedir que se deposite en un taller de engrase de donde lo remiten para su reciclaje
3. Verificar cuál es la velocidad en que el automóvil gasta menos gasolina y procurar usarlo a esa velocidad
4. Parar el motor en embotellamientos o cuando se espera a alguien
5. No transportar peso innecesario; se gasta más combustible

domingo, 14 de octubre de 2007

ANFITEATRO SIMÓN BOLÍVAR (EN SAN ILDEFONSO)

En 1922, Diego Rivera (1886-1957) pintó "La Creación" en el muro del proscenio y en lo que fue la concha acústica para un órgano monumental colocado hacia 1910 y que desapareció probablemente durante los años de la lucha armada.
Dentro del nicho está la célula original, de donde surge la figura del hombre, con los brazos abiertos en cruz. La flora y la fauna fueron producto de las observaciones del artista durante un viaje que había realizado por el istmo de Tehuantepec. En la parte central superior del mural un semicírculo azul simboliza la energía primaria que es proyectada en tres direcciones. Los paños laterales corresponden al hombre y a la mujer, desnudos y sentados: Los modelos fueron Amado de la Cueva, su ayudante, y Lupe Marín, con quien Diego se casó.

Las figuras del lado derecho personifican la Fábula; el Conocimiento, con manto azul y oro; la Poesía Erótica, en quien se reconoce a Carmen Mondragón -llamada Nahui Ollin por el doctor Atl-; la Tradición es Luz Jiménez, una indígena del sur del Valle de México, con vestido y rebozo carmesí. Sobre este grupo se encuentra la Tragedia, con el rostro cubierto con una máscara teatral. Las figuras de pie con halos dorados representan a las cuatro virtudes cardinales: La Prudencia; la Justicia, la Fortaleza y la Continencia: las modelos fueron Julieta Crespo de la Serna, María Dolores Asúnsolo, actriz conocida como Dolores del Río y Lupe Marín.

En el paño izquierdo aparecen la Música, el Canto es Lupe Marín, la Comedia es la actriz de tandas Lupe Rivas Cacho, y la Danza. En segundo plano se encuentran las tres virtudes teologales: la Caridad, la Esperanza y la Fe, representada por Luz Jiménez.

Sobre los paños se encuentran dos figuras aladas sentadas sobre nubes: la Ciencia y la Sabiduría. La maestra y escritora Palma Guillén y Luz Jiménez fueron las modelos para estas representaciones.

En 1930, al conmemorarse cien años de la muerte de Simón Bolívar, el Anfiteatro recibió su nombre. La decoración del vestíbulo fue encargada a Fernando Leal (1901-1964), quien entre 1930 y 1942 pintó al fresco la Epopeya bolivariana, integrada por nueve murales.
Las tres obras mayores se refieren a la vida del personaje: en el muro oriente Infancia de Bolívar o Bolívar niño; en el muro poniente El libertador Simón Bolívar y en el tercer panel -que quedó inconcluso- Bolívar muerto o La muerte de Bolívar.

sábado, 13 de octubre de 2007

EL TIEMPO

El tiempo puede que no exista
Por no mencionar la cuestión de qué dirección sigue...
Nadie sigue el rastro del tiempo mejor que Ferenc Krausz. En su laboratorio en el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica Garching (Alemania) ha cronometrado los intervalos de tiempo más cortos jamás observados. Krausz usó pulsos láser ultravioleta para rastrear los irracionalmente breves saltos cuánticos de los electrones dentro de los átomos. Los eventos que investigó tardaron unos 100 attosegundos, o 100 trillonésimas de segundo. Para verlo con un poco de perspectiva, 100 attosegundos es a un segundo lo que un segundo a 300 millones de años.
Pero incluso los trabajos de Krausz están lejos de la frontera del tiempo.
Hay un dominio temporal llamado escala de Planck, donde incluso los attosegundos parecen eones. Esto marca el límite de la física conocida, una región donde las distancias e intervalos son tan cortos que los mismos conceptos de espacio y tiempo comienzan a colapsar. El tiempo de Planck — la unidad más pequeña de tiempo que tiene sentido a nivel físico — es 10-43 segundos, menos de una billonésima de billonésima de un attosegundo. ¿Más allá qué hay? El tiempo desconocido. Al menos por ahora.
Los esfuerzos por comprender el tiempo por debajo de la escala de Planck han llevado coyunturas extremadamente extrañas de la física. El problema, resumiendo, es que el tiempo puede no existir al nivel más fundamental de la realidad física.
Si esto es así, entonces, ¿qué es el tiempo? ¿Y por qué es tan obvia y tiránicamente omnipresente en nuestra propia experiencia? “El significado del tiempo se ha convertido en un algo terriblemente problemático en la física contemporánea”, dice Simon Saunders, un filósofo de la física en la Universidad de Oxford. “La situación es tan incómoda que lo mejor que puede uno hacer, de lejos, es declararse agnóstico”.
La posibilidad de que puede no existir el tiempo es conocida entre los físicos como “el problema del tiempo”. Puede ser el mayor, pero está lejos de ser el único acertijo temporal.
El aspirante para la segunda plaza es este extraño hecho: Las leyes de la física no explican por qué el tiempo siempre apunta hacia el futuro. Todas las leyes ─ya sean las de Newton, Einstein, o las estrafalarias reglas cuánticas─ funcionarían igual de bien si el tiempo corriese hacia atrás. Hasta donde podemos decir, si bien, el tiempo en un proceso de único sentido; nunca se invierte, incluso aunque ninguna ley se lo impide.
La madre de todas las condiciones iniciales, dice Lloyd, fue el Big Bang. Los físicos creen que el universo comenzó como una extremadamente compacta y simple bola de energía. Aunque las leyes de la física mismas no proporcionan una flecha del tiempo, la expansión actual del universo sí lo hace. Dado que el universo se expande, se hace más complejo y desordenado. El desorden creciente — lo que los físicos llaman un aumento de la entropía─ está dirigido por la expansión del universo, lo cual puede ser el origen de lo que pensamos que es el incesante avance del tiempo. El tiempo, desde este punto de vista, no es algo que exista fuera del universo. No hay un reloj haciendo tic-tac fuera del cosmos. La mayoría de nosotros tendemos a pensar en el tiempo de la forma que lo hizo Newton: “El tiempo absoluto, verdadero y matemático, por sí mismo y por su propia naturaleza, fluye de igual forma, sin importar nada externo”.
Pero como demostró Einstein, el tiempo es parte del tejido del universo. Contrariamente a lo que creía Newton, nuestros relojes comunes no miden algo independiente al universo. De hecho, dice Lloyd, los relojes no miden el tiempo en absoluto.
Rovelli, el defensor de un universo sin tiempo, dice que los guardianes del tiempo de NIST tienen razón. Además, su punto de vista es muy consistente con la ecuación de Wheeler-DeWitt. “En realidad nunca podemos ver el tiempo”, dice. “Sólo vemos relojes”. Si dices que este objeto se mueve, lo que en realidad significa es que este objeto estaba aquí cuando la manecilla de tu reloj estaba aquí, etc. Decimos que medimos el tiempo con relojes, pero sólo vemos las manecillas de los relojes, no el tiempo en sí mismo. Y las manecillas de un reloj son una variable física como cualquier otra. Por lo que en cierto sentido hacemos trampa debido a que lo que realmente observamos son variables físicas como una función de otra variable física, pero que representamos como si todo evolucionara con el tiempo.

viernes, 12 de octubre de 2007

ALGO FUERA DE LO COMUN

─ ¡Rápido! ¡más rápido! ─ me decía mi compañero. Yo corría apresuradamente, pero al parecer, no me movía.
Esa pesadez no me permitía mayor velocidad.
Él empezó a impacientarse. Lo veía claramente porque a través del visor de su casco espacial pude ver que el vidrio se empañaba. Estaba ansioso y me seguía apresurando.
Miraba él para un lado y otro. Volteaba a verme luego a mi y volvía a gritar.
─ ¡Apúrate, si no, no llegamos!
Yo hice un último esfuerzo y salté. Pude librar al fin el obstáculo del montículo de arena.
Corrí tras de él esforzándome cada vez más, hasta que lo alcancé.
Él tomó mi mano y empezó a jalarme. Yo ya daba tumbos, o casi...
Alcanzamos al fin el módulo. Entramos y cerramos rápidamente el acceso. Verificamos que todo estuviera funcionando correctamente y que todas las posibles entradas quedaran verdaderamente cerradas y selladas con los sistemas de seguridad diseñados para uno de estos casos. Nos reportamos al Mando y sentimos un fuerte tirón.
Era el despegue.

A lo lejos pudimos observar el gran montículo en forma de Reloj de Arena que habíamos librado y por el que nos habíamos aventurado saliéndonos de nuestra ruta, arriesgándonos no sólo a una muy fuerte llamada de atención, sino incluso a que nos retiraran los permisos de exploración.

Bueno, ya tenía Juan lo que quería: pasto

jueves, 11 de octubre de 2007

LLUVIA

El cielo amenazaba lluvia: las nubes se habían cargado a un solo lado del firmamento y se iban poniendo grises. El viento soplaba fuerte juntándolas cada vez más. No tardaría en llover.
La gente caminaba apresurada. Presentía el mal tiempo. Lo respiraba. Lo importante era llegar a tomar el transporte. Lo importante era llegar a casa. Sentirse seguro ahí.
Yo los miraba a través del ventanal. Vivía en esa época en una de las principales avenidas de la ciudad, en una casona porfiriana convertida en departamentos. El ventanal daba justamente a la gran avenida. Lo había elegido así. Por ello pagaba yo un sobreprecio, pero valía la pena porque no sólo recibía yo el sol durante todo el día, sino que podía ver y oir todo lo que pasaba en la calle.
Esa tarde no había yo tenido trabajo y, en lugar de hablarle a mi amiga Marcela y tomarme con ella un café y tener una buena charla, decidí quedarme en casa a arreglar mis libros. Eso estaba haciendo cuando un trueno me sacó de mi quehacer y me asomé, y ví el cielo.
El azul claro contrastaba espectacularmente con las nubes cada vez más grises, cada vez más cargadas. Ya se podía oler la humedad. Seguramente el cielo había empezado a descargar su equipaje líquido muy cerca de ahí. En menos de lo que platico, el cielo se nubló totalmente y empezaron las primeras gotas: gruesas, espaciadas, haciendo ruido. El pavimento se llenó de manchas de agua, que casi se secaban en forma instantánea por lo caliente que había quedado el suelo en aquella calurosa tarde de verano de ese día.
La gente empezó a correr, intentando resguardarse en los pocos techos y marquesinas disponibles. Demasiado tarde. La cortina de agua se vino de pronto. Tupida, recia, opaca y fría. Casi no se veía a más de un metro. ¡Qué aguacero! Los riachuelos de agua corriendo por la banqueta y el arroyo vehicular se formaron casi de inmediato y se conviertiron en verdaderos ríos que arrastraban sin piedad las hojas caídas de los árboles, los papeles tirados y la poca basura que por ahí se había juntado.
Yo pegué más mi cara al ventanal y poco a poco fui viendo cosas, no lejanas, sino bien cerca de mi. El aguacero amainó y se convirtió en lluvia, densa, pero persistente. Ahora, los riachuelos se formaban en los vidrios del ventanal. Se retorcían formando caprichosas figuras que iniciaban solas el camino y que, conforme iban bajando por esa pulimentada superficie, se juntaban con otras, hasta llegar al pretil y tomaban nuevo camino, ahora horizontal, para terminar escurriéndose en el extremo y cayendo de manera estrepitosa a la banqueta. Yo las veía y con mi dedo seguía su camino e intentaba trazar uno nuevo invitando al agua a seguirlo sin que ella me hiciera caso.
Y en ese momento llegaste tú, a mi mente. Y tuve el deseo de que estuvieras ahí, conmigo. Y recordé que tú y yo nos conocimos en una tarde de lluvia.
Pero también recordé otras cosas.
Y de pronto, la lluvia, lentamente, llegó a mis ojos.




Otros escriben sobre el mismo tema:

sábado, 6 de octubre de 2007

LUNA

Luna es un lugar.
Así como hay bosques, océanos, playas, acantilados, volcanes o estrellas, así existe Luna.
¿Dónde está? Ahí.
Es muy fácil llegar. Sólo basta desearlo. El problema radica en que ese deseo tiene que ser especial, único.
Muchos desean estar en ese lugar. Me consta. Pero pocos lo logran, ya que se quedan en el intento. Por más que quieren, no pueden. Nada les impide llegar y entrar. Ellos mismos se niegan el acceso. Y cuando regresan, hablan mal del sitio diciendo que "es una farsa", que "no saben que le ven los otros", que "tanto decir y hacer para nada", que "están locos todos los que han logrado estar en el sitio".
Yo los entiendo porque solamente se quedaron afuera, nunca entraron. Sus miradas atisbaban a través de esa gran entrada, pero no se atrevían a dar el siguiente paso, ¡y veían que otros llegaban y pasaban! Claro, había algunos como ellos que se quedaban afuera, a su lado y en una aglomeración,y se preguntaban "¿qué le ven?" Pero no pasaban a mirar...
¿Y cómo es el lugar? Pues es muy difícil describirlo porque cada quien ha visto cosas distintas y ha tenido percepciones distintas. A lo que más se parece es a una tienda departamental de lujo. Es muy burda la comparación, pero no encuentro otra.
En Luna se ofrecen muchas cosas y hay muchos accesos o departamentos. Hay muchas especializaciones. Uno puede tomar lo que quiera y pagarlo. Y ahora explico cómo.
El sitio es apacible, más bien frío, y conforme se va quedando uno ahí entra en el cuerpo un calorcito rico. Es luminoso, sin dañar a la vista. Puede uno quedarse mirando un espacio determinado, sin cansarse; acercarse, tomar lo que ahí se ofrece, llevarlo o dejarlo; ir a otro sitio, ver las cosas, y así sucesivamente. Se puede hacer una visita rápida, enterarse de las novedades y salir. Se puede hacer también una visita lenta, con todo el tiempo disponible y salir, con o sin aquéllo que se quería llevar.
La forma de pago no es con dinero, o tarjeta o puntos, o esos artilugios que ha inventado nuestro mundo capitalista. Se paga de otra forma, depende de el área visitada y lo que se lleve.
Los enamorados pagan con dulzura y recuerdos que a veces tienen que sacar de los bolsillos más recónditos de su corazón. A veces pagan alegremente, a veces con una tristeza profunda. A veces con nostalgia o derramando una lágrima o esbozando una sonrisa.
Los músicos y los poetas pagan con desgarramientos del alma o tranquilidad de pensamientos. A veces sus notas musicales o sus ritmos en las letras hacen de monedas tintineantes que resuenan en las mentes del resto de los mortales. Si no me creen, pudieran preguntarle a Chopin o a Guty Cárdenas.
Los científicos y técnicos pagan con tiempo, con fracasos, con ansiedades, con preguntas sin contestar y con satisfacciones. Son muy empeñosos en su búsqueda y son los más constantes e insistentes a la hora de llevar lo que quieren. A veces se equivocan y piden una devolución. A veces, no. Y se quedan con aquéllo y van por algo nuevo.
Los literatos pagan con palabras adecuadas y con imaginación, con verbos y adjetivos bien puestos, con prosas bien escritas y con descripciones detalladas. Generalmente reciben cambio porque exceden en mucho el precio que se pide. Su cambio está hecho de "¡oh!" y "¡ah!" de asombro de otros. El mejor ejemplo de esto es Julio Verne o Arthur C. Clarke.
Los locos pagan con suicidios y gritos, y lamentos y golpes. Pagan con palabras incoherentes, con razonamientos a veces lógicos (a veces no), con comportamientos que se salen de su voluntad, con cambios físicos no deseados o argumentos sacados de no sé dónde. Hay algunos que al ver lo que llevan, y lo han pagado, se arrepienten y quieren deshacerse de ello. El problema está en que no se los aceptan.
Los esotéricos e interpretadores de señales van muy seguido pues tienen que resurtirse casi a diario. Ellos pagan con imaginación y palabras que otros quieren escuchar. Pagan también con verdades reveladas o secretos ocultos.
Y tú, ¿ya estuviste en ese lugar? ¿Ya llevaste algo? ¿Cómo lo pagaste?
1a. P.D. Hay algunos que yendo a ese lugar, viendo lo ofrecido, tomaron cosas, se fueron, regresaron y enfilando por otros pasillos, se salieron, sorpresivamente, y encontraron otras ofertas que excedían en mucho lo que buscaban ¡y aprovecharon para llevarlas! Ejemplo de ello son los Beatles con una canción que se llama "Here comes the Sun", y Silvio Rodríguez a quien no le bastó el sitio y fue a "Casiopea". También el divulgador de la ciencia, Carl Sagan con su libro "Miles de Millones" o el mayor físico teórico vivo actualmente, Stephen Hawking con su libro "Breve Historia del Tiempo"
2a. P.D. No quise referirme a pintores, escultores, cineastas (Stanley Kubrick con su "2001, una Odisea Espacial" o Steven Spielberg con su "Encuentros cercanos del Tercer Tipo", o George Lucas con su "Guerra de las Galaxias"), fotógrafos o simples mortales que nos han acercado con sus ganas de creer a este maravilloso lugar.
Otros te compartirán su experiencia por el sitio llamado Luna. Lee lo que encontraron: